Palabra en el tiempo es el esencial título de la antología poética de Antonio Machado que ha editado Poéticas Ediciones, la nueva editorial malagueña que, bajo el lema «Una nueva defensa de la poesía», está rescatando a algunos de los poetas imprescindibles de la literatura universal en cuidadas ediciones a cargo de investigadores, expertos y críticos literarios de reconocido prestigio.

La que nos ocupa está firmada por Francisco Morales Lomas, presidente de la Asociación Internacional Humanismo Solidario, quien, además, es el responsable de la selección de los poemas y de un interesante prólogo programático --«La poesía intemporal de Antonio Machado, un poeta para la historia»--, que articula en dos partes: «La poética machadiana. Un hombre para el tiempo», en la cual aborda el necesario andamiaje conceptual sobre el que se levanta su poesía --como dijo el autor, «todo poeta debe crearse una metafísica que no necesita exponer, pero que ha de hallarse implícita en su obra»--, y «Un escritor para el reencuentro. Un escritor para la historia. La influencia de Machado en los siglos XX y XXI», donde analiza la influencia y admiración que ha despertado tanto su figura como su obra poética.

A partir de la definición que Juan de Mairena hace de la poesía como «diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo», el poeta sevillano apuntala una obra poética al margen de las vanguardias y de la poesía pura, que conecta con el pensamiento de María Zambrano. Este tiempo al que hace referencia su heterónimo no es exclusivo del yo, sino que es un ámbito en el que convive con el otro. No existe, pues, un yo atemporal, al margen de la realidad inmediata, sino que el ser humano está ligado al momento histórico que le ha tocado vivir y, por tanto, no puede escribir sin tener en cuenta las coordenadas espacio-temporales en que discurre su existencia y, obviamente, la del lector.

En este proceso, el creador debe buscar la esencialidad tanto en el tratamiento del tema como en el uso del metro y de la palabra, intentando poner el lenguaje poético al servicio de la vida y abriendo el discurso, inevitablemente, a la otredad. Así, la escritura deviene en un acto performativo que ha de nacer de la complejidad poliédrica del yo y de sus circunstancias para hundir sus raíces en el otro y, a partir de él, sondear las grietas y fisuras propias. Aquí es donde radica la verdad y honestidad de un discurso que funde ética y estética, y que se revela como la única vía posible para que el escritor deje de ser un lujo y devenga en una necesidad, comprometido ideológica y socialmente con los demás en la medida en que apuesta por un discurso rehumanizador que toma conciencia de la realidad al tiempo que ubica al ser humano en el centro de la misma, convirtiéndolo en la materia principal de una creación artística que aspira a reconquistar la dignidad del compromiso colectivo.

La antología, pues, aparte de ser una magnífica ocasión para releer a nuestro poeta más importante del siglo XX, presenta el interés de ofrecer una radiografía del gusto lector del antólogo y de ser una reivindicación sin ambages de uno de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta el humanismo solidario, movimiento que, en palabras de Morales Lomas, «parte de algunas ideas que han hecho de la poesía de Antonio Machado un engarce perfecto para lo que se avecina en el siglo XXI en torno a conceptos como alteridad y otredad, la hermenéutica del sujeto y el solipsismo, la interpretación de la recepción de la obra poética, el nuevo modelo de ética y compromiso en la obra literaria, las relaciones entre el objeto literario y el sujeto».

‘Palabra en el tiempo (Antología poética)’