La poeta Concha García estuvo en Córdoba para la presentación de su libro Vasta sed , que recopila los poemas de amor y eróticos repartidos por su obra anteriormente publicada, y reunidos en este otro editado con buen criterio por Editorial Cántico.

Los textos corresponden a los libros Otra ley , Por mí no arderán los quicios ni se quemarán las teas , Ya nada es rito y Desdén . Nos dice la autora en la contraportada: «Recuperar estos poemas es hacerlos circular bajo una nueva mirada, descontextualizados ya de un tiempo, se adueñan de todos los tiempos». Versos y discurso poético que, sin duda, también abrían un camino por donde ir el sujeto poético femenino. Es cierto que este horizonte, entonces inaudito en la escritura de mujeres, sólo es, entre otras miradas, una parte de su obra, pero no por ello de menor importancia.

Concha García es una poeta muy reconocida en la poesía española, y es cordobesa, aunque por aquí solemos restar puntos a los de la tierra, será por la cercanía, no sé, o porque nos vemos a diario o con frecuencia, aunque este no era el caso. Cedió el acto su propio momento y le faltó algunos pespuntes con hilo, al menos, de plata, en función y consonancia con la trayectoria de dicha autora, con una más amplia y considerada presentación de esos poemas y también del devenir de su poesía.

Todo se merecía algo más, nueva colección, Concha y público que asistió a pesar de la pandemia. No únicamente tenemos que cuidarnos del covip-19, 30 sillas como si fuera una instalación artística, perfecto. Pero, no se puede perder de vista el horizonte, y en este caso el horizonte era Concha García. Dice en un poema: «mejor nadar a perder la quilla».