‘Muerte en el Adur’. Autor: Seve Calleja. Editorial: El Desvelo.Santander, 2019.

Seve Calleja (Zamora, 1953) tiene devoción por la literatura infantil y juvenil. Ha publicado sobre todo libros de este ámbito, pero también algunos destinados a un público más amplio, como el último, una novela titulada Muerte en el Adur. Se trata de una obra que, mezclando realidad y ficción, cuenta la historia de un familiar del autor que murió durante la Segunda Guerra Mundial.

El protagonista es Ramón Sotil, muerto en la ciudad francesa de Bayona en 1944, con 22 años. Quince años después, una hermana suya empieza a investigar cuál fue la causa de su fallecimiento.

Cuando tenía 19 años, Ramón Sotil abandonó los estudios y se embarcó en un carguero que transportaba mineral (el barco también es utilizado para hacer contrabando y para llevar fugitivos) entre la costa cantábrica y Bayona. Buscaba una vida mejor para él y para su madre (viuda) y sus hermanas. Antes de su muerte, su trabajo en ese barco le lleva a vivir diversas experiencias, entre las que se encuentran las siguientes: conoce a un polaco (judío, aristócrata y escritor) al que ayuda a recuperar una parte del patrimonio artístico de su familia, robado por los nazis; en Bayona conoce a Odile Garat, una joven francesa que forma parte de la Resistencia, de la que se enamora y con la que tendrá un hijo; y ayuda a un soldado alemán, con el que tiene una gran amistad, a dejar el ejército y huir a España.

A Ramón Sotil ni le gustan ni le interesan las guerras. Asegura: «Las guerras, toda guerra, son degradantes para la humanidad. Las organizan gente que, sin mancharse de sangre, sin pasar hambre ni frío, manda que otros se maten por ellos». Sin embargo, la situación bélica le arrastra y se ve involucrado en la guerra: su amor hacia Odile hace que ayude a la Resistencia.

La investigación de la hermana de Ramón resulta infructuosa: llega un momento en que está convencida de que nunca se sabrá cuál fue la causa de la muerte de su hermano. En el epílogo se resuelve el misterio, pero, más allá de que alguien le matase o tuviese un accidente mortal, la verdadera causa de su fallecimiento fue, como asegura Odile, la guerra: «A tu hermano lo destrozó la guerra».

Muerte en el Adur es un alegato contra las guerras y los estragos que provocan. Muestra las injusticias, las penurias y las barbaridades que provoca la guerra. Muestra que, en una guerra, gente buena es capaz de hacer cosas horribles. Refleja que, aunque no quieras participar en la guerra, esta te puede empujar a hacerlo. Muestra que la guerra es una forma despiadada de hacer negocio.