Bajo una calma tensa entran estos poemas de voz suave y temple medido. Ese transcurrir se hace dentro de unas constantes vitales marcadas desde el inicio. Luego hay una chispa que activa de inmediato la atención del lector, que lo entronca con esa visión del dolor -posiblemente ese instante se activa en el poema «Tus manos enraizadas en la nieve» y de ahí en adelante sigue ese estado-. Un dolor que se desgarra y desgrana cuando la voz apunta sobre la pérdida y la generalización de un tema que concierne a muchas personas. En el trayecto la fe es puesta en solfa, la existencia de un ser superior (superior en cuanto puede mostrar bondad y nobleza) es presa también de ese cuestionamiento ante lo adverso de una realidad que no desiste, pero contra la que se lucha de una manera muy particular, dejando constancia con las dudas y las pocas certezas que las respuestas permiten, de una memoria firme. La pérdida se convierte en hallazgo, recordatorio de seres que se quedaron en el camino pero cuya lucha ilumina el presente. Una escritura limpia, concisa, cuya vibración nos acerca a esta voz que sacude en su desnudez la conciencia del lector.

‘Las horas negras’. Autor: Jesús Bernal.Edita: La Isla de Siltolá. Sevilla, 2017