Uno de los nombres recientemente incluidos en el volumen de Anfora Nova Derecho y literatura (2012) es la madrileña Alicia Aza, cuyos más conocidos poemarios, El libro de los árboles y El viaje del invierno la vinculan igualmente a la citada editorial y explican que ahora, junto a su director, José M. Molina Caballero, coordine el número 93-94 de su revista literaria titulado El color de la esencia. Monográfico de poesía serbia contemporánea .

Los coordinadores facilitan que desde los últimos meses el lector pueda disfrutar ya, a partir de la selección y traducciones de Silvia Monrós de Stojakovic, de una treintena de poetas serbios que proceden de "una tierra de luenga tradición poética, antes de que de la oral pasara a la escrita". En el prefacio en que la traductora explica en esencia cuanto conviene a la historia y cultura serbias se nos dice que estamos ante la que es "esta casi primerísima presentación de la poesía serbia contemporánea en español, como tal, como serbia; ya no más como yugoslava". Con curiosidad, con asombro en ocasiones, abrimos la antología por el nombre de Tanja Kragujevic ("Y tú, tronco pequeño. / Que con mi mano / te planté. / En la noche interior"), que sin duda se vincula con el aserto de que "La poesía serbia son olores y colores vinculados a un árbol amigo, así como a ciertos recuerdos de todas nuestras infancias". Es Anfora Nova , siempre actualizando la cultura y renovando la edición --que de nuevo se ofrece con fotografías de los autores o con paisajes de la zona--, la que da a conocer a Jelena Lengolda, Jovan Nikolic, Zoran Bognar, Enes Halilovic..., así hasta los treinta y uno recopilados para hablarnos de forma tan diversa y unitaria de unos espacios y unos latidos líricos que nos abocan al frío, al trabajo del obrero, al plenilunio, a la modernidad de Novica Tadic o de Nikola Zivanovic.