Sefardí, nacida en Tetuán (Marruecos) y residente en Madrid desde niña, Esther Bendahan, psicóloga y filóloga francesa, es una potente y mágica escritora que traslada su mundo judío a sus novelas donde recrea su pasado "para no olvidar". En este aspecto, la memoria y el pasado son una fuerza importante en toda su trayectoria vital y narradora. Tratado del alma gemela (Premio Torrente Ballester), su última novela, se mueve entre la filosofía judía, las creencias sefardíes y los libros bíblicos, teniendo como fondo el amor. Esther ha escrito cuentos en diversas antologías y una media docena de novelas. Entre ellas destaca Deshojando alcachofas (Premio nuevo talento de la FNAC, 2005 ) y La cara de Marte (Premio Tigre Juan, 2006). En la actualidad dirige la programación cultural de Casa Sefarad-Israel.

--Tratado del alma gemela es una novela madura y sugerente. ¿Es para ti la mejor de todas las que has publicado?

--Ya sabes, como escritora y poeta que eres, que en cada trabajo uno quiere resolver también los problemas literarios que surgen en las anteriores obras, no sé si mejor, pero sí que hay más experiencia.

--Es una novela que se desarrolla bajo el signo de la inmigración del mundo judío. Es decir, el argumento se puede sintetizar en un viaje de Madrid a Marruecos, de nuestra cultura a la cultura judía, de tres personajes que encarnan tres maneras de perseguir la felicidad en el amor.

--Sí, la trama está ligada al viaje, a la búsqueda, a la identidad... también además al encuentro del otro, desde Occidente a Oriente, que supone también una manera distinta de entender la ley. La ley es el elemento esencial de la novela, tanto desde el punto de vista de la propiedad, de lo abandonado a la ley o leyes en torno al amor. Vivimos sometidos a normas y leyes y mientras que unas nos adormecen otras que parten de una sabiduría de siglos permiten que generemos sociedades inteligentes.

--Uno de los temas de fondo es la conciencia histórica en la reconstrucción del pasado. Pareces preguntarte qué somos sin memoria.

--En realidad la memoria es el rostro del alma. Sin rostro no nos reconocemos ni nos reconocen. Es importante y esencial una memoria activa y creativa; es más, la memoria incluso crece y cambia y se enriquece, mi experiencia por ejemplo con el psicoanálisis ha sido intensa y creativa. Los acontecimientos del recuerdo se enriquecen con la comprensión, incluso con el olvido sano. Nuestras sociedades tienen también unos pensamientos, una infancia, traumas, y silenciar sin curar solo nos produce daños irreparables.

--Pero no solo te quedas en la conciencia histórica sino también en la literaria. ¿Nos marca también en nuestro presente la memoria literaria?

--¡Por supuesto! Estoy leyendo últimamente a Harold Bloom y lo explica de manera muy clara. Además la literatura es la mejor manera de comprender la historia, un libro de Flaubert es tiempo vivo. Además los personajes literarios nos informan de lo invisible, por eso son tan necesarios.

--El tema principal de la novela es el tratado de las almas gemelas como su título indica. ¿Debemos buscar nuestra alma gemela?

--Bueno... la novela informa de cómo encontrarla... la verdad es que la búsqueda del alma gemela es la búsqueda de un amor perfecto, de un abrazo, el abrazo como encuentro, de la caricia en el momento que se necesita, del diálogo, pero si vemos a nuestro alrededor, de eso también se habla en la novela. Nos conformamos con delirios, con un amor débil, un amor imbécil; frente a eso hay también un amor sabio, un amor desarrollado, pero no somos capaces de alejarnos de las falsificaciones, son más inmediatas, y aunque se rompen antes, se adecúan a nuestro tiempo de cambios artificiales, porque el amor no debe ser inmóvil, se puede cambiar siendo el mismo en esencia.

--En esta novela hay una dicotomía, el amor profano u occidental enfrentado al amor bíblico. El amor profano parece buscar el sexo, el bíblico o místico busca el alma gemela.

--El amor profano busca el sexo, o simplemente la somnolencia literaria, la magia que nos permita embriagarnos en las aburridas tardes de invierno. Es la locura, el delirio que nos impulsa a la anestesia de una realidad absorbente. No se refiere, por lo tanto, únicamente al sexo, el amor verdadero no impide el sexo, sino que le da sentido.

--Dos personajes importantes en la novela... (no quiero desvelar el final) Dos caras opuestas al amor. Dos tendencias que están presentes a lo largo de la novela.

--Hay dos personajes masculinos y una mujer que se envuelven y relacionan, que viajan juntos y descubren secretos que les afectan y cambian. Entre ellos surge una complicidad extraña, tienen una misión común que resuelven cada uno desde su propia visión del mundo.

--En realidad podríamos decir que quien guía y subyace debajo del argumento pero también por encima es el amor.

--Sí, detrás del viaje y la trama está el amor, pero también la búsqueda propia como autor sobre una ética amorosa, a veces he pensado que deberíamos crear una página web con los delitos de amor... no me refiero a las agresiones causadas por la pasión amorosa, sino a las infidelidades y traiciones...

---El personaje de Mercedes, ¿quién es?, ¿qué es para ti?, ¿tiene que ver contigo?

--Tiene que ver conmigo, como los dos personajes masculinos, y también con mis amigas. Es una mujer que se debate entre la pasión y la conciencia, hay una tendencia a dejarse llevar, a emborracharse literalmente para perder responsabilidad, frente a eso Mercedes se plantea su infidelidad antes de que suceda, pero tal vez así también ya está sucediendo...

--Otro, yo me arriesgaría a llamar tema, es lo que representa el rostro de una persona. ¿Qué representa y a qué se vincula?

--Lo has entendido y me alegra. El tema del rostro aparece muy tratado en Levinas, un filósofo que he leído apasionadamente porque cuando escribe le da a cada palabra, el rostro, el abrazo... una profundidad que pierde en nuestras conversaciones, en nuestros artículos y textos. El rostro no es exactamente la cara, es como el aura de Walter Benjamin, aquello intangible detrás de cada cara. Es la esencia de la mirada, del gesto.

--¿Qué es la literatura para ti?

--Como lectora es el espacio donde buscar explicaciones del mundo.