Se abre el debate ciudadano para una normativa clave
El PGOM: soñando el Centro del futuro
Entre las propuestas concretas está rebajar el tráfico en Alfaros y San Pablo o el control de la vivienda turística

Reunión de representantes de asociaciones vecinales del Centro convocadas por Al-Zahara para hablar del PGOM.
Si algo malo le ocurre en el futuro al Casco Histórico no será por falta de leyes, normas, reglamentos... Ya el PGOU del 86 fijaba criterios muy estrictos para salvaguardar el que es el segundo casco histórico mayor de Europa en extensión con sus 315 hectáreas. Por ejemplo, diciendo qué tanto por ciento de patio del total del suelo debe tener cada nueva construcción para salvar esta tipología.
Luego también llegaría el PGOU de 2001, con las fichas del Plan Especial de Protección del Casco Histórico (Pepch) y las interpretaciones que de ellas hace la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU); sin olvidar las normativas generales nacionales y autonómicas para la edificación, leyes tan importantes como la reciente Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) o la Inspección Técnica de Edificios y Certificación Energética (ITCE). E incluso preceptos que, implícita o explícitamente, vienen por parte de la Unesco, que se han reflejado en un Plan de Gestión del Casco Histórico (PGCH) propugnado por la Convención del Patrimonio Mundial, aprobado para por el Ayuntamiento y que el pasado 6 de abril pasó el filtro de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Consejería de Cultura, todo ello con 46 objetivos y 64 medidas específicas y con un horizonte de 2050.

Comisaría del Campo de Madre de Dios, cuyo uso futuro preocupa a los colectivos del Centro.
Lo dicho... No será por falta de normas.
Sin embargo, de la ya citada LISTA se deriva la madre de todas las normas que regirá al municipio y, con él, al Centro. Hablamos de una reglamentación que no solo afectará al urbanismo, sino también a la accesibilidad y movilidad, a los espacios públicos y su disfrute, a la calidad de vida y el medioambiente urbano, al comercio y la vivienda, al turismo y la hostelería, a los equipamientos culturales, deportivos, escolares... En resumen: a la vida y al día a día de los que residen en el municipio y a la propia estructura, imagen y configuración de la ciudad, las barriadas, el suelo agrícola y forestal y hasta la más pequeña parcela del municipio. Se trata del Plan General de Ordenación Municipal de Córdoba (PGOM).
La federación Al-Zahara ha informado a las AAVV del impacto que tendrá el plan en el Centro
La presentación de la elaboración
El inicio de la elaboración del plan comenzó formalmente en octubre de 2024, y solo el breve documento de resumen de presentación ya tiene 16 densas páginas que explican la necesidad, criterios, objetivos y estrategias para capítulos como una Córdoba más vertebrada territorialmente, la movilidad, el suelo rústico, habitabilidad y sostenibilidad, producción, consolidación urbana, crecimiento, vivienda protegida y edificaciones irregulares. Y por supuesto, con un apartado para el Conjunto Histórico.
Pues bien, la elaboración del PGOM será larga y actualmente está en fase de recibir las aportaciones de todos los colectivos y particulares interesados, que pueden presentar desde una propuesta muy concreta y puntual hasta una auténtica carta a los Reyes Magos con todo lo deseable para el barrio, la ciudad o el municipio. Otra cosa es lo que luego los expertos y responsables municipales escojan, ya que se tendrá en cuenta todos los intereses y, sobre todo, la viabilidad económica.

Cableado junto a los rótulos de la calle Mayor de Santa Marina.
El caso es que recogiendo el guante, una de las mayores iniciativas al respecto la está protagonizando la Federación de Asociaciones Vecinales (AAVV) Al-Zahara, que desde principios de marzo está convocando a los colectivos federados (que ya superan el centenar) de todo el municipio a sesiones informativas sobre el PGOM. Los encuentros se realizan agrupando a las AAVV por zonas de la ciudad, ya que en muchas ocasiones los problemas y los retos son comunes, además de buscarse así la mayor eficacia de cara a elaborar un único documento que recoja las reivindicaciones vecinales. De todo ello, tanto de explicar y asesorar a las AAVV como de recibir, darle forma técnica y refundir las demandas, se está encargando el experto Daniel Calero Murie.
Las AAVV del Centro
De estos encuentros, particularmente significativo ha sido el celebrado recientemente, el 7 de abril, por parte de representantes de las AAVV del distrito Centro, con La Axerquía, Torre de la Malmuerta, San Lorenzo También Existe, La Medina, Galea Vetus... «El Casco Histórico es fundamental para nosotros (la federación Al-Zahara) y el debate abierto es clave también para los que la habitan o tienen un comercio en la zona, porque queremos un Casco vivo de personas, no de turistas, con gente que lo habiten, con negocios y tabernas de barrio... Adaptado al siglo XXI, pero con una consistencia social, humana o comercial», resume Juan Andrés de Gracia, de la junta directiva de Al-Zahara.
Entre las propuestas concretas está rebajar el tráfico en Alfaros y San Pablo o el control de la vivienda turística
Lo que ya se va pidiendo
En el encuentro, los representantes de las AAVV fueron informados de la filosofía del Plan General de Ordenación Municipal y de las peculiaridades que presentará para esta zona de la ciudad, y aunque ahora cada asociación estudiará y presentará sus propuestas, los participantes ya coincidieron en dos aspectos principales: no se aceptará en ningún caso que el Casco Histórico y sus hitos patrimoniales tengan una menor protección de la que actualmente reciben y, en segundo lugar, se pedirá que las administraciones y órganos públicos intervengan directamente para mejoras en equipamientos, la lucha contra el cambio climático y las altas temperaturas (con pavimento blando, más arbolado y parques, ectétera), así como la movilidad y la vivienda. En este último capítulo, ya se propugna reimpulsar la vivienda protegida de promoción pública en el Conjunto Histórico, como el modelo que usó Vimcorsa en los años 80 y 90, y el establecimiento del uso residencial como exclusivo en la mayoría de parcelas de este espacio protegido.

Fachada de un establecimiento turístico en la plaza del Potro.
Respecto a iniciativas concretas, el encuentro de sirvió para recordar las numerosas inquietudes y demandas del vecindario del Centro, algunas de ellas reivindicaciones ya recogidas en el PGOU de 2001 y que aún no se han materializado. Así, se abordó, por ejemplo, desde la necesidad de soterrar el cableado a propuestas para reconvertir inmuebles en San Agustín en equipamiento ciudadano y para vivienda en alquiler por Vimcorsa, aumentar la superficie y mejorar el Jardín de Los Poetas, paliar la presión del tráfico en Alfaros y el eje de la calle San Pablo, reconvertir solares largamente olvidados en espacios deportivos complementarios, limitaciones a los apartamentos y viviendas turísticas según el barrio imponiendo el uso exclusivo residencial, preservar los cines de verano, la puesta en valor del entorno de Campo Madre de Dios tras el próximo cierre de la antigua Comisaría, actuaciones en Ollerías y Colón o la asignación de usos comerciales en zonas tensionadas.
«Queremos un Casco vivo y un lugar donde se pueda vivir, controlando todo aquello que se está apoderando de la zona, como la vivienda turística o el exceso de negocios turísticos». El objetivo, unos barrios con «condiciones razonables para residir y en los que hay que cambiar el diseño, que hasta ahora se ha fijado en lo patrimonial creando una gran isla de calor y que necesita, entre otras mejoras, más verde, más zonas de agua y mejores condiciones de habitabilidad», sentencia De Gracia.
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