Aumenta el número de calles donde la oferta de plazas en viviendas supera el centenar

Viviendas de las que vivir sin vivir en ellas

La recuperación de antiguas casas de vecinos ha quedado en manos del sector turístico

Cola para visitar un patio durante el Concurso Municipal de Patios de una edición anterior. | FRANCISCO GONZÁLEZ

Cola para visitar un patio durante el Concurso Municipal de Patios de una edición anterior. | FRANCISCO GONZÁLEZ / JUAN M. NIZA

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Según el último Informe de Oferta Turística de la Junta, el número de plazas en viviendas con fines turísticos (VFT) en la ciudad de Córdoba supera ya en un 32% al de los alojamientos convencionales (hoteles, hostales y pensiones), una tendencia que en el Casco Histórico de la ciudad es aún mayor y se muestra palpablemente en casos como los de calles que superan el centenar de plazas de VFT; por ejemplo, en San Fernando (con 24 alojamientos y 130 plazas), el entorno de San Basilio, (35 VFT y 160 plazas) y Doctor Fléming, con 19 VFT y 105 plazas, según recogen los buscadores especializados.

Una familia, aún con las restricciones por la pandemia, con el equipaje y dispuestos a disfrutar de la ciudad.

Una familia, aún con las restricciones por la pandemia, con el equipaje y dispuestos a disfrutar de la ciudad. / JUAN M. NIZA

Se trata solo de unos ejemplos que, en plena temporada alta turística y tras la crisis que creó en el sector la pandemia, mantiene en todo lo alto un debate sobre este fenómeno que tiene repercusiones no solo en el turismo, también en la economía en general e incluso sociales por los usos y planes para el Centro Histórico, en donde el precio de un alquiler se eleva ante la competencia del rendimiento de las VFT. Más aún, el debate conecta con ese otro sobre el modelo turístico que se propugna para Córdoba, con cuestiones como la imposición de la llamada tasa turística o con el temor a un proceso de gentrificación descontrolado en el Casco Histórico, como viene recogiendo en los últimos meses Diario CÓRDOBA.

Tomando imágenes con el móvil de la caravana romera a Santo Domingo del pasado fin de semana.

Tomando imágenes con el móvil de la caravana romera a Santo Domingo del pasado fin de semana. / JUAN M. NIZA

Más datos muy concretos para el debate: tras la pandemia el auge de las VFT es más claro con 300 nuevas casas y pisos, alcanzando ya la cifra de 9.728 plazas en 1.963 viviendas (como ya se ha dicho, gran parte de ellas en el Casco Histórico). Frente a ello, se encuentran las 7.902 plazas en 114 establecimientos hoteleros tradicionales y 1.163 plazas en 45 apartamentos turísticos. En total, 18.793 plazas, con el 52% de ellas en VFT, el 42% en hoteles, hostales y pensiones y el 6%, en apartamentos.

Turistas con el equipaje en una calle del Casco Histórico.

Turistas con el equipaje en una calle del Casco Histórico. / JUAN M. NIZA

Regulación

Otro elemento para el debate es la regulación de las VFT, que se quiere perfilar con la posibilidad de que sea cada ayuntamiento el que decida las condiciones, y que ahora se rige por el decreto 28/ 2016 de la Junta, en el que se definen 11 requisitos para poner en alquiler una VFT. Entre ellos está que la vivienda tenga licencia de ocupación y reúna las condiciones de una vivienda normal, se limpie a la salida de los clientes, dispongan de ropa de cama y menaje en general, tengan hojas de reclamaciones e información turística, así como teléfonos para eventualidades.

Cola de visitantes para acceder a patios en el Alcázar Viejo.

Cola de visitantes para acceder a patios en el Alcázar Viejo. / JUAN M. NIZA

¿Fin o salvación de las casas-patio?

Y un punto más que se ha sumado al debate y que es específico de Córdoba: el impacto de las viviendas con fines turísticos en la Fiesta de los Patios, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012.

Expectación ante la exhibición de una academia de baile en el certamen municipal.

Expectación ante la exhibición de una academia de baile en el certamen municipal. / JUAN M. NIZA

Sin que los colectivos relacionados con los Patios se hayan aún pronunciado específicamente, sí son muchos los cuidadores de estos recintos tradicionales que han comenzado a manifestar su temor por la fuertes reformas que se están realizando en antiguas casas, muchas de ellas abandonadas y condenadas a la piqueta, ciertamente, pero que se recuperan primando criterios de explotación turística. La preocupación no es tanto por si estos recintos pueden competir en el Concurso Municipal de Patios, una cuestión que tampoco está falta de polémicas desde hace años, sino por el futuro mismo de un parque de viviendas que van transformándose y que ya no podrá ponerse en valor por parte de las administraciones (por ejemplo, como hizo Vimcorsa comprando y adaptando para el alquiler San Juan de Palomares 11 o Martín de Roa 7 y 9) o por entidades privadas con ese fin, como aquella compra, hoy inviable económicamente para un colectivo, que en su día hizo la Asociación de Amigos de los Patios y que permitió adquirir San Basilio 44 y Siete Revueltas 1.

Para otros, sin embargo, el que el sector turístico esté rescatando en masa antiguas viviendas y poniéndolas en valor, bien como apartamentos turísticos, como hoteles o como VFT, es por el contrario una buena noticia, y no deja de estar en consonancia con el provecho que de cualquier inmueble se ha ido haciendo a lo largo de los siglos, como en el fondo fueron las casas de vecinos, muchas veces infraviviendas en antiguos palacetes, hospitales, cuarteles, solares o conventos para rentabilizar edificios preexistentes por parte de sus propietarios. Como ven, el debate está más abierto que nunca y cada vez tiene más facetas y aristas.