ENTREVISTA | Alfonso Morales Presidente de la Federación de Peñas Cordobesas

«Convivir es cultura»

Alfonso Morales, presidente de la Federación de Peñas Cordobesas.

Alfonso Morales, presidente de la Federación de Peñas Cordobesas. / A.J. GONZÁLEZ

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Al empezar a hablar de las peñas y el Centro, habría que recordar que estas asociaciones nacieron en el Casco Histórico. No es ningún descubrimiento, es algo lógico, porque hace un siglo no había empezado la expansión de la ciudad.

Ahí está la peña Los Legítimos, en Romero de Barros, con Julio Romero de Torres y artistas y pensadores que venían a la ciudad como Valle-Inclán, Pío Baroja, Azorín, Ortega y Gasset... Hay que recordar que celebramos el año pasado el centenario de las peñas porque ya había constancia en 1922 de la actividad de Los Legítimos.

Conforme nacieron los nuevos barrios en el siglo XX, las peñas también fueron estructurando la vida social.

Y fueron decisivas trabajando en los barrios. Otro momento clave fue en 1964, con la creación de la Federación de Peñas Cordobesas, presidida por el alcalde de entonces, Antonio Guzmán Reina.

Una federación peñística que se constituyó en el Casco Histórico y que, desde entonces, ¿puede decirse que todas las peñas, aunque trabajen en barrios lejanos, están ligadas en cierta forma a los barrios antiguos?

Sí, está claro. Aunque solo sea por nuestra obligación de mantener la tradición, miramos al Centro, y de hecho ahí tenemos la sede la Federación, en el corazón de la Judería, desde el año 77, creo recordar. Todo ello gracias a la cesión de la entonces obra social del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba y por la mediación de Miguel Castillejo.

Buena parte del calendario festivo que se vive en el Casco Histórico también tiene como protagonistas a las peñas.

Sin ir más lejos, el domingo pasado, por ejemplo, para ir con la romería de Santo Domingo, cruzamos el Centro. Es una de nuestras grandes tradiciones, primero desde el siglo XV por la devoción de los cordobeses, del pueblo cordobés, y luego también de manos de las peñas apoyando la romería. Basta ver las carrozas tan bellamente engalanadas, la alegría de quienes iban en ellas... Estamos hablando de unas carrozas que se comenzaron a confeccionar en diciembre del año pasado y que el sábado por la noche aún se trabajaba en alguna, como la de Los Romeros de la Paz, que es la peña más antigua que participa en la romería actualmente, y que se fundó en 1948. Y todo a base de papel y cartón. Por eso suelo decir que con las carrozas no hay trampa, pero sí cartón (ríe). Eso no habría forma de pagarlo y si no fuera por el trabajo desinteresado de los peñistas... ¿Sabe lo que es horas y horas de catorce peñas, unas doscientas personas, trabajando día tras día? El mérito que tienen es enorme, no está reconocido.

La lista de fiestas en las que son vitales las peñas o en las que participan también es enorme.

Como en la Fiesta de las Cruces, apoyando los Patios, luego el programa de Feria... Y la Batalla de las Flores, que la recuperamos en su día y que este año la tenemos el 30 de abril. Ahí estamos también las peñas, con los tallos de las flores cortados para que no haya accidentes mientras nos las lanzamos unos a otros (ríe).

De todo eso habló usted en el pregón de las Fiestas de Mayo, el pasado martes, en la Sala Orive. Felicidades, por cierto. ¿Qué le llenó más de su pregón?

Solo pretendía lanzar un piropo, una alabanza a Córdoba. Pero estoy muy orgulloso de haber dado el pregón junto a mi mujer y vocal de cultura de la Federación, Aurora Barona, que llevó la parte lírica y la poesía en una alabanza a nuestra ciudad, desde la celebración de las habas de las Ermitas hasta el último día de la Feria de Nuestra Señora de la Salud.

Hablando de cultura, también la Federación de Peñas Cordobesas se está volcando en ese aspecto los últimos tiempos. Y en todos estos ciclos el Centro de la ciudad vuelve a estar muy presente.

Llevamos ya tres años con unos ciclos muy interesantes de conferencias culturales. ¿Cuál es el mejor sitio para congregar a las peñas desde todos los puntos? Aunque también hay que matizar que las peñas siempre están ligadas a la cultura porque la gastronomía, el cante, el mundo del vino, las tradiciones y, sobre todo, la convivencia... es cultura. Respecto al programa cultural en sí, basta recordar los homenajes que hemos hecho recientemente, como el dedicado al Grupo Cántico, la representación teatral ‘100 años de Peñas’, el homenaje a Antonio Gala, presentación del poemario, las terceras jornadas culturales... Pero, y ahora que lo pienso, el típico perol cordobés, que no es otra cosa que convivencia, ¿no es cultura? Convivir es cultura. Aprender a escuchar, a respetar es cultura.