LOS EMPRESARIOS DEL CENTRO

Moda personal

En sólo 9 meses esta tienda de ropa femenina ha logrado hacerse con una clientela fiel y de confianza

En menos de 9 meses, las hermanas Domínguez se han trasladado a un local más amplio que les permite aumentar su oferta de moda. | CÓRDOBA

En menos de 9 meses, las hermanas Domínguez se han trasladado a un local más amplio que les permite aumentar su oferta de moda. | CÓRDOBA / LUCÍA ABAD

En solo 9 meses, las hermanas Margarita y Susana Domínguez han logrado hacerse con una clientela fiel en su boutique, A mi Aire Marga Domínguez, sita en la calle Manuel de Sandoval, 10. Esta no fue la primera ubicación de la tienda, que nació el 14 de julio del pasado año, un par de números más abajo de la misma calle, en un local algo más pequeño del que ocupa actualmente, que cuenta con 50 metros cuadrados de tienda y otros 75 metros cuadrados de almacén en una planta sótano.

Marga Domínguez había trabajado desde los 16 años en el sector de la moda, que abandonó para dedicarse a la crianza de sus hijos. Ahora que ya son mayores y, coincidiendo con la vuelta a Córdoba de su hermana, que había vivido 13 años en Huelva, Marga decidió que «este es mi momento» y con el apoyo de su hermana tomó la decisión de «tirarme al barro» y abrir su propia tienda de ropa. Pensó que era el momento «de hacer lo que me gusta» porque a Marga el gusanillo del comercio y la moda no le ha abandonado nunca.

Moda

Imagen del interior de la tienda. / LUCÍA ABAD

Surgió la oportunidad de alquilar un local en la calle Manuel de Sandoval y esta enamorada de la moda tuvo claro que retomaría una actividad que, hasta el momento, le está dando muchas alegrías.

Y es que en menos de 8 meses, la buena marcha del negocio animó a las hermanas Domínguez a trasladarse a su actual ubicación, un local que «como es en esquina a dos calles, se ve muchísimo, se ve toda la ropa desde la calle, tengo mucho escaparate» para mostrar la selección de prendas pronto moda que Marga elige personalmente. «Me quiebro mucho la cabeza buscando la ropa, le dedico mucho tiempo a elegir la ropa y mucha gente viene y me dice que tengo cosas distintas al resto de las tiendas», admite el alma mater de A mi Aire, que busca brindar la mejor atención posible a su clientela. «Mi trabajo me gusta muchísimo. Vendo disfrutando, me gusta hacer combinaciones y cambiarles un poco el concepto que traen, vienen a por un vestido y al final se llevan un pantalón, pero se van súper contentas. A la gente le gusta mi estilo propio y se deja aconsejar».

Moda

Imagen del exterior de la tienda. / LUCÍA ABAD

Estilo propio

«A mi Aire tiene mi estilo personal, vendemos ropa de estilo casual y alguna cosita para fiesta», dice Marga Domínguez.

Aunque en la tienda disponen de una oferta de ropa, que abarca desde ropa de corte juvenil, para adolescentes, hasta cualquier edad, la mayor parte de la clienta de este comercio ronda los 40-50 años. Mujeres con las que las hermanas Domínguez generan una gran afinidad, porque comparten situaciones y experiencias.

Confianza

Todo ello les permite aconsejarlas de la mejor manera, animarlas a cambiar conceptos sobre la forma de vestir y encontrar su estilo propio. «Nos entendemos perfectamente con nuestras clientas y eso da confianza», dice la propietaria de esta tienda que asegura que «nos gusta mucho nuestro trabajo, creemos que sabemos aconsejar bien a nuestras clientas y, por supuesto, nunca vender una cosa por venderla. Si yo veo que a una clienta algo no le queda bien, se lo digo directamente y le aconsejo otra opción. Prefiero no vender nada y que la compradora vuelva otro día y que se vaya contenta».

En este comercio el objetivo es aconsejar a la clientela, no vender por vender

La mayoría de la clientela de A mi Aire se deja aconsejar por Marga. «Hay mucha gente insegura y las mujeres nos sacamos muchas faltas, nos ponemos delante del espejo, nos vemos mil defectos y, por eso, tratamos de buscar esa prenda con la que la clienta se ve bien», resalta.

Precisamente en la confianza está el éxito de este comercio que, a pesar de su juventud, cuenta ya con una clientela bastante fiel. Y es que muchas de las mujeres que cruzan las puertas de la tienda ya conocían a Marga de su primera etapa en el comercio y ahora vuelven para dejarse aconsejar por las hermanas Domínguez, que han formado un tándem perfecto, con Susana en la parte administrativa y Marga dedicada a las compras y ventas, para ofrecer una moda diferente y original.