Será la Navidad cordobesa más luminosa de la historia, tanto en cantidad como en calidad, si tenemos en cuenta que se han recuperado todos los atractivos de los años prepandemia, como por ejemplo las atracciones infantiles en el bulevar del Gran Capitán. A ello se suma una calle Cruz Conde que ha visto ampliado el espectáculo de luz y sonido y, además, la inauguración, ayer mismo, del evento Naturaleza encendida-Raíces, en el Alcázar de los Reyes Cristianos, concebido como una atracción turística y ocio en sí misma y que ha arrancado con una temática con guiños a las fiestas navideñas.
Respecto a la calle Cruz Conde, Diario CÓRDOBA informaba el pasado martes que se encenderá a partir del día 2 y permanecerá hasta el 6 de enero, todos los días desde las 18.15 horas hasta las 22.30 horas, media hora antes del año pasado para reducir el gasto energético. Los viernes y fines de semana se apagará a las 1 de la madrugada y a las 3 los días 24 y 25 de diciembre y 1 y 3 de enero.
Habrá cinco pases para el espectáculo de los 348 metros montado este año, a las 18.30, 19.30 y 20.30 horas y, con un intensidad de la música más baja, a las 19 y 20 horas, con cuatro temas musicales distintos a los del año pasado. El montaje vuelve a correr a cargo de la empresa pontanesa Iluminaciones Ximénez, que continúa este año su expansión por todo el territorio nacional y decenas de ciudades de cuatro continentes.
Por supuesto, junto al inicio del espectáculo en Cruz Conde se iluminará el resto del alumbrado extraordinario de Navidad, con hitos como la calle Conde de Gondomar, Los Tejares o el árbol de la plaza de España, todo ello con 66 ubicaciones por toda la ciudad con 343 arcos y un coste de 337.472 euros, IVA incluido.
‘NATURALEZA ENCENDIDA-RAÍCES’
Sobre la inauguración de ayer en el Alcázar de Naturaleza encendida-Raíces, hay que recordar que ya seis días antes Diario CÓRDOBA informaba de la venta anticipada de casi 10.000 entradas. En concreto, los pases durante la época de invierno tendrán lugar cada 15 minutos, de lunes a viernes desde las 20.00 hasta el último pase, a las 22.15 horas; y los sábados, domingos y festivos, de 18.00 a 22.15 horas. Las entradas van desde 14 euros la general a 7 euros para determinados colectivos.
Aunque se entra cada cuarto de hora, el pase dura 40 minutos, ya que consiste en un recorrido por cinco áreas con temática diferente: Zona Fragancia (paseo de los Reyes y estanques), dedicado a la Fiesta de los Patios, la calleja de las Flores y la calle del Pañuelo; Estratos (mosaico romano y jardín adyacente), donde se rinde tributo a las culturas que han pasado por Córdoba; Zona Pura Raza (entorno de las estatuas de los Reyes Católicos), centrada en el caballo español; Zona Guadalquivir (fuentes cibernéticas), evocando al río, y Zona Sueño del Califa (estanque superior), un compendio de las anteriores.
En palabras de Iñaki Fernández, CEO de la firma concesionaria por diez años del espectáculo, Letsgo, «raíces pretende ensalzar aún más un enclave de primer nivel como es el Alcázar de los Reyes Cristianos y convertirse en un foco de atracción tanto para cordobeses como para visitantes». La primera teniente de alcalde, Isabel Albás, ya indicó que el proyecto «va a dotar a la ciudad de una herramienta muy poderosa para el aumento de las pernoctaciones y la consolidación de la oferta nocturna de ocio y cultural cordobesa».
Por otra parte, el Ayuntamiento de Córdoba adjudicó esta semana la Fiesta de Fin de Año de la plaza de Las Tendillas, que organizará la empresa Grupo Cero Entertainment SL los próximos años 2022 y 2023. El contrato salió a licitación por un precio global de 56.023 euros y se ha adjudicado por un importe de 46.100 euros, más 9.681 euros de IVA (21%), 55.781,00 euros en total. Así lo recogió también el pasado día 21 Diario CÓRDOBA, aunque se informará más detalladamente de esta fiesta en el próximo número de diciembre de LA CRÓNICA DEL CENTRO. Con esta iniciativa, el Ayuntamiento recupera plenamente una tradición que sufrió el parón de la pandemia. De hecho, el año pasado los cordobeses que quisieron pudieron acudir a la plaza para tomar las uvas y escuchar las campanadas, aunque la fiesta se canceló debido a la elevada incidencia de covid que había en ese momento.
