«Han sido unos primeros días estupendos, de maravilla. Primero llegaron los clientes habituales y han comenzado a llegar nueva gente que nos están dando muchos ánimos». Así resumía Javier Luque Cabezas a LA CRÓNICA DEL CENTRO la primera semana desde que la Librería Luque reabriera, el 19 de septiembre, en su nueva ubicación, en Fray Luis de Granada 11. Hablamos de toda una institución cultural cordobesa desde que el abuelo levantara la persiana del negocio por primera vez en 1919, y que durante décadas fue un referente desde su ubicación en la calle Cruz Conde y, en el último periodo, en la calle Jesús y María.

IGUAL ESPÍRITU Y RENOVADOS OBJETIVOS

Y es que, pese al prohibitivo aumento de los alquileres en el Centro y a los nuevos tiempos del libro digital y la cacareada muerte del papel por las nuevas tecnologías, hay factores que apuntan a la esperanza por parte de un público que ama el libro y unos profesionales, como Javier y sus dos socios, que aman el negocio de leer. No hay que olvidar que Luque es la tercera generación de libreros y que lo «lleva en los genes», dice en broma, pero a la vez muy en serio.

De hecho, y aunque la librería también se apoyará en la venta on line a través de librerialuque.es y en el canal todostuslibros.com, entre sus objetivos está servir de foro de las letras cordobesas desde los meros aficionados hasta los autores. Por ejemplo, con la primera presentación de un libro de esta etapa: La leyenda de Juan Álvarez, de José Antonio Fernández González, precisamente el miércoles pasado.

Justo para ese objetivo de multiplicar actividades más allá de presentaciones de libros (preparan cuentacuentos, clubes o talleres de lectura) se ha buscado un local más amplio, de 200 metros cuadrados, en el que también comenzar a atraer al público infantil y juvenil con una sección más amplia. «Queremos que los menores encuentren aquí un espacio y estén cómodos, para nosotros es una alegría ver cómo los sábados por la mañana la librería se llena de niños con sus padres», según palabras del librero que recogía recientemente CÓRDOBA. «No queremos ser una mera expendiduría de libros, las librerías somos centros de cultura donde compartir tiempo con otros lectores y disfrutar del espacio», añadía.