La pandemia del covid está a punto de cumplir dos años. Si en estos días, se ha difundido desde distintos ámbitos que tras la variante ómicron estará ya más cerca el final de la pandemia, otros expertos, como el profesor de Virología de la Universidad de Córdoba José Juan Aguilar, advierten de que «aún queda mucho» para ese momento.

José Juan Aguilar señala que «hasta final de enero» es muy probable que no se produzca el pico máximo de casos de covid vinculados a ómicron, teniendo en cuenta que aún no han recibido su dosis de la vacuna la mayoría de niños y que además la incidencia seguirá creciendo por las consecuencias de las fiestas navideñas (relajación en las restricciones, mayor movilidad e incremento de reuniones y fiestas con varios núcleos familiares o de amigos) que no son grupos burbuja).  

Aguilar explica que diversos estudios de Estados Unidos apuntan a que la variante ómicron es la más contagiosa de la historia, comparándola con virus que causan un mayor número de infecciones, como pueda ser el sarampión. 

Este experto advierte a quienes piensan que es mejor contagiarse de ómicron, al considerarlo menos peligroso y una especie de vacuna natural, que un 10% de los que se han infectado con esta variante en el Reino Unido ha fallecido, aunque la mayoría de esos afectados no estaba vacunado. «Es mejor siempre evitar la infección con los medios que ahora mismo tenemos a nuestro alcance, como son la vacunación y las medidas preventivas (higiene de manos, mascarilla, distancia social y ventilación de los espacios). Nunca se puede saber cómo va a reaccionar una persona ante el virus, no solo por estar inmunodeprimida, ya que existen personas sanas que presentan más predisposición a las infecciones y que también las sufren de una forma más patógena», señala este profesor. 

Más de un 80% de vacunados con las dosis dosis

Aguilar indica que, aunque en España haya más de un 80% de población con las dos dosis de la vacuna frente al covid, «esa inmunidad no evita que el virus nos pueda infectar y que podamos transmitirlo, ya que está habiendo mucha relajación en las medidas preventivas, apenas se cumple lo de los grupos burbuja y por las fechas en las que estamos la mayoría de la población pasa más tiempo en interiores que en el exterior, dejando muchos de usar la mascarilla».  

«Aventurar que estamos ante el final de la pandemia, en base a lo que ha ocurrido históricamente con otros coronavirus, eso no podrá ocurrir hasta que la población mundial esté mayoritariamente inmunizada, escenario que la Organización Mundial de la Salud (OMS) emplaza para finales de 2023», añade José Juan Aguilar.

«La única diferencia de la situación actual respecto a la había hace un año es que estamos vacunados y eso contribuye a que el virus, a pesar de la variante ómicron actual, se transmita con menos facilidad», expone. 

Cuarentenas más cortas

«Si los niños se hubieran podido vacunar antes, la incidencia de ómicron a lo mejor no sería tan alta, porque este grupo de población, que se ha visto muy afectado por los contagios en las últimas semanas, habría estado más protegido. Por otro lado, no creo que haya sido prudente haber reducido la duración de las cuarentenas de 10 a 7 días en plena ola de contagios, porque está habiendo personas que terminan el aislamiento de 7 días y aún tienen posibilidad de contagiar, olvidándose de que deben seguir llevando mascarilla y cumpliendo con el resto de medidas preventivas», recalca este profesor. Además, tampoco favorece la disminución de la incidencia actual que haya menos rastreos, porque puede haber contagiados que dan positivo en un test de farmacia que no lo estén comunicando y contactos no vacunados que no se estén aislando», argumenta José Juan Aguilar.