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Feria de Jamón 2025

Feria de Jamón de Villanueva de Córdoba | Una experiencia sensorial

La comarca de Los Pedroches ofrece una amplia variedad de establecimientos donde degustar los mejores productos, una ruta donde la tradición y la modernidad se fusionan

El restaurante Gafiq de Belalcázar ha recibido un Solete de la Guía Repsol en 2024.

El restaurante Gafiq de Belalcázar ha recibido un Solete de la Guía Repsol en 2024. / CÓRDOBA

Julia López

Julia López

Córdoba

Viajar por la comarca de Los Pedroches es siempre una experiencia positiva por lo mucho que ofrece el conjunto de sus diecisiete municipios. El patrimonio histórico y artístico es incuestionable, sin olvidar el paisajístico y el que atesoran tradiciones que se mantienen a lo largo de los doce meses del año, de pueblo a pueblo. Ese viaje, de norte a sur o de este a oeste, también puede realizarse a través del paladar o, lo que es lo mismo, a través de su gastronomía. La joya de la corona es el jamón, que llega amparado bajo la Denominación de Origen Protegida, sinónimo de calidad, pero el abanico gastronómico se abre y expande para ofrecer una experiencia donde se deja notar el trabajo realizado en los últimos años por mantener la esencia gastronómica aderezada con la fusión y la modernidad que se experimentan hoy en los fogones. La creatividad se abre paso sin olvidar que la base sigue siendo la misma, un producto de excelencia donde las carnes priman por el ibérico, pero también por el cordero, con menos publicidad, pero con idéntica calidad. No hay que olvidarse de la presencia de un producto tan importante como el queso, con varias queserías produciendo y de renombre en la comarca, a lo que hay que unir el líquido de oro, es decir, el aceite de oliva. Productos de origen comarcal todos ellos que sustentan la base gastronómica, pero que comparten protagonismo con otras muchas opciones.

Podría resumirse que la comarca es un territorio que ha sabido convertir la sobriedad de la dehesa en una despensa incomparable. ¿Te atreves a realizar una ruta gastronómica por Los Pedroches?

Arrancamos esta ruta en uno de los municipios que más patrimonio atesora: Belalcázar. En el corazón de esta localidad, y bajo unas señas que pueden llevar a equívoco, Hogar del Pensionista y Casa de la Cultura, se abre paso un restaurante de esos a los que hay que ir una vez en la vida: Gafiq Gastronómico. La historia de este restaurante empieza en sus muros porque se levanta en un edificio que en su día fue una iglesia y el Hospital de San Antonio de Padua para hoy albergar un restaurante con diferentes ambientes que se acomodan a la experiencia gastronómica que se vaya a vivir.

La propuesta de este establecimiento combina recetas cordobesas y sefardíes con un toque creativo y actual, sin olvidar el producto local de la comarca. Además, en temporada, la brasería se abre para completar la experiencia con el sabor único de las brasas al carbón. Con un Solete de la Guía Repsol conseguido en 2024, Gafiq Gastronómico se ha convertido en un lugar imprescindible para comer en Los Pedroches. Hay que anotarlo para visitarlo con reserva previa porque la demanda es alta.

Retomando la carretera nos detenemos en otro municipio con muchos tesoros entre sus calles: Hinojosa del Duque. Y de un edificio con historia a otro que también encierra secretos anteriores a su apertura como restaurante. La primera parada en la localidad hinojoseña nos lleva hasta un lugar que se asienta en una casa solariega que fue construida en 1793 y donde residieron personalidades como el brigadier Francisco Romero Palomeque o su hija, la beata Teresa de Jesús Romero. Pero la historia de este edificio se no se queda ahí, en la década de los cuarenta del siglo pasado fue utilizado como cárcel, un uso que todavía es visible con la marca y reflejo de las celdas que atestiguan el paso del tiempo y alguno de los usos de este edificio. Lejos de esa historia, la del presente, se acerca a una gastronomía donde aparecen pescados como el atún, el pulpo o el bacalao, sin olvidar el poder de la carne con su solomillo fusión y propuestas con otros aires como el ‘poke’, plato originario de Hawái y muy presente recientemente en las cocinas españolas.

El chef Carlos Fernández, del restaurante Káram Bistró de Pozoblanco, en una dehesa

El chef Carlos Fernández, del restaurante Káram Bistró de Pozoblanco, en una dehesa / CÓRDOBA

Sin salir de Hinojosa del Duque, nos detenemos en el restaurante del Hotel Piedra y Luz, lugar donde es posible degustar un exquisito cochinillo al honor o un celebrado rabo de toro. Posibilidades que se ‘cuelan’ en una trabajada carta donde el producto de la zona está muy presente, sin olvidar opciones para los menos carnívoros. La tercera propuesta en esta localidad, enfocando ya su salida, nos lleva hasta El Cazador, ubicado en plena avenida Marqués de Santillana. Las posibilidades son múltiples porque van desde los guiños a Italia con las pizzas, pasando por la croquetería hasta llegar a una selección de las mejores carnes DO Los Pedroches. Todo un clásico si hay que hablar de restaurantes de la zona norte de la provincia de Córdoba.

Un lugar imprescindible si se quiere comer en Villanueva del Duque es La Pachanga, un restaurante ubicado en las inmediaciones del recinto ferial que presenta una carta con opciones para diferentes paladares. Menús para llevar, pero también platos para degustar en este local que los domingos abre para unos desayunos muy especiales donde los churros son protagonistas, pero también otros postres donde lo casero se impone. En lo que se refiere a la carta, es posible optar por platos para degustar, como los huevos ratos con jamón o con gulas, preferir una hamburguesa o elegir entre la selección de carnes que aparece en la carta: lagarto ibérico, solomillo en salsa o secreto. El pescaíto frito también es una opción, así como otros platos que tienen el producto del mar como reclamo.

Nuevas opciones

La próxima parada de la ruta es Alcaracejos, un lugar donde se imponen los clásicos, aunque aparecen nuevas opciones con el paso de los años. En el primer grupo nos encontramos, por ejemplo, al restaurante Estefany, ubicado en plena carretera de entrada al municipio, cuya apuesta se asienta en la cocina tradicional con unas generosas raciones para degustar. Y de un clásico a otro que va camino de serlo porque en plena plaza de Los Pedroches del municipio se encuentra ubicado un establecimiento de referencia en la comarca, Cómetelo, un restaurante «sin complejos», como es definido por sus propietarios. En su carta, una selección de carnes sin renunciar a guiños a cocinas de otros territorios. alternativas del mejor pescado y propuestas innovadoras, como su pan bao negro de pollo al curry. Una delicia. Gastronomía y arquitectura se dan la mano en otro de los espacios que se alzan en esta ruta de sabores por la comarca de Los Pedroches.

Y de Alcaracejos a Pozoblanco donde el chef oriundo de la primera localidad, Carlos Fernández, ha dado luz Kàran Bistró, lugar de referencia gastronómica del municipio pozoalbense, no únicamente por su propuesta culinaria sino por las actividades que se organizan en su interior, como jornadas de maridaje o sesiones de cocina a varias manos que permiten ver en acción a varios chefs y degustar sus creaciones. En la base de su éxito se encuentra una selección excepcional del producto que se refleja en el apartado «nuestra dehesa», presente en la carta del restaurante y que propone comerse «a bocados» el territorio. Las experiencias en Kàran Bistró pasan por elegir platos de su carta o dejarse llevar por su menú degustación, todo ello en una ubicación perfecta y en un edificio que ofrece diferentes espacios a sus comensales.

De ese lugar, en pleno centro de la localidad pozoalbense, nos desplazamos hasta los pies de la Cruz de la Unidad porque allí se ubica otro de los restaurantes más significativos de Pozoblanco, el Restobar. Una nueva opción de deleitar el paladar con algunos productos de la zona sin olvidar la creatividad que nace de sus cocinas amparada en la fusión de sabores con un respecto absoluto a la materia prima. Uno de los platos estrella es el lechón, cocinado de manera muy diferente a cuantas se dan en la comarca. Un producto único hecho de una manera única como vía de diferenciación en esta amalgama de propuestas.

Arquitectura

Visitar algunos de los establecimientos de la comarca permite conocer de cerca su gastronomía y hacerlo en espacios importantes y significativos a nivel arquitectónica, lugares que guardan historia y relevancia patrimonial.

Es Pozoblanco la localidad más poblada de Los Pedroches y eso se deja notar en su oferta gastronómica por la cuantía de opciones que presenta. Hasta ahora hemos señalado las que ofrecen una cocina más novedosa, pero hay un amplio ramillete de establecimientos que se acercan a la cocina tradicional sin ningún complejo y se mantienen con el paso del tiempo como auténticos referentes. Es el caso de La Cepa, ubicado en la avenida Villanueva de Córdoba, lugar que no defrauda y que ofrece a sus clientes una amplia carta en un espacio donde el mundo del toro está muy presente. Los boquerones al limón suelen acabarse por la alta demanda. Ya a las afueras, camino de Villanueva de Córdoba, nos encontramos El patio de la noriega, otro espacio donde es posible degustar inmejorables platos en un ambiente singular. Su elección es un acierto seguro.

La oferta gastronómica es más amplia y a ella se suman establecimientos como ADN, un local que ha ido variando en los últimos tiempos hasta asentarse por una apuesta sencilla, pero que huele a cocina casera. Y si lo único que se quiere es degustar una tapa de productos ibéricos acompañada de algo de bebida hay que anotar la La Costanilla, Taberna Atípica, ubicada en el Risquillo, lugar imprescindible en la historia de Pozoblanco.

Para finalizar el recorrido por el municipio pozoalbense nada mejor que detenerse en algunas de sus pastelerías y degustar dulces típicos. Aquí nos encontramos, entre otros, a los dos buques insignia de este negocio: Pastelería Luque y El Chairo, que siguen ofreciendo calidad e innovación para hacer frente a lo que demanda el cliente.

Jamón y lechón

Y otra vez a la carretera. Con el estómago lleno ponemos rumbo a Villanueva de Córdoba, cuna del jamón ibérico, un producto que se oferta en gran parte de los establecimientos hosteleros de la comarca de Los Pedroches. La localidad jarota puede sacar pecho de su oferta gastronómica, algo que se manifiesta en los negocios consolidados y en otros que van abriéndose camino. Esa diversidad se muestra en las diferentes rutas de las tapas que se organizan en el municipio y que consiguen aglutinar a un importante número de establecimientos ofreciendo una muestra indiscutible de lo que ofrece la cocina jarota. Un escaparate sin igual para acercarse con pequeños bocados a las cocinas de esta localidad.

La primera parada en Villanueva de Córdoba la haremos en la parte más céntrica, a escasos metros de la plaza de España, donde una impresionante casa abre sus puertas para presentar La puerta falsa, un restaurante al que merece la pena ir por su cocina, pero también por las diferentes estancias que ofrece y que permiten adentrarse en una vivienda de solera. Concretamente, el local se asienta sobre una casa de principios del siglo pasado con una cuadra y un granero del siglo XVIII. Su restauración ha sido exquisita, así como la decoración lo que ya invita al cliente a vivir una experiencia única. La planta baja alberga el bar, la bodega y la terraza, mientras que en la parte superior se sitúan el comedor y la cocina principales, aunque también aparecen otras estancias para ubicar a grupos más reducidos o a quienes acuden para celebraciones específicas.

El lechón frito es una de las propuestas que más se ofertan en la comarca de Los Pedroches.

El lechón frito es una de las propuestas que más se ofertan en la comarca de Los Pedroches. / Manuel Murillo

Los productos derivados del cerdo ibérico se imponen, sin olvidar otra joya gastronómica de Los Pedroches: el cordero. Las carnes a la brasa y a la teja son otra de las opciones que ofrece este restaurante, que no se olvida de platos, como el salmorejo cordobés, o la mirada a otras zonas de Andalucía para ofrecer a los comensales la experiencia gastronómica más completa posible. La amplia bodega del restaurante invita a un buen maridaje y une la comida con el mejor vino, una combinación perfecta.

Va ganando adeptos paulatinamente gracias a su buen hacer y a la buena cocina que presenta. Sin salir de Villanueva de Córdoba nos dirigimos ahora al restaurante La Piscina, que queda lejos de ser un lugar únicamente abierto en verano al amparo de la infraestructura que le da nombre. Todo lo contrario. En su carta es posible encontrar bocadillos o planchitas para llevarse algo al estómago, pero las opciones también pasan por sus arroces -paellas y ‘risottos’- o por deleitarse con unas zamburiñas con una salsa marinera ideales para abrir el apetito. Para comenzar también está el surtido ibérico, el lomo de la orza -típico manjar que nace en las matanzas caseras del cerdo- o un guiño a las queserías de la zona. El apartado «de la tierra» se abre a las carnes derivadas del cerdo ibérico, sin olvidar el flamenquín o las chuletas de cordero. El mar también está presente en una carta con una importante presencia de pescado, así como de revueltos y ensaladas para abrir las posibilidades a otros paladares y no dejarse a nadie atrás. Otra de las claves del éxito, entender la diversidad de gustos.

Antes de marcharnos de Villanueva de Córdoba nos acercamos hasta Franmer, un lugar donde es posible degustar una rica hamburguesa, mirar a lugares más lejanos a través de las pizzas o recurrir a una carne o pescado a la brasa. Todo es posible en este espacio ubicado en las inmediaciones del Teatro Municipal y donde la cocina busca espacios de modernidad para ofrecer algo diferente a los comensales e igualar el gusto de jóvenes y no tan jóvenes. De la cuna del jamón, a la del lechón.

El abanico de posibilidades es muy amplio con miradas a la fusión y la creatividad. El jamón, el lechón o las carnes ibéricas siguen predominando en las cartas.

En toda la comarca de Los Pedroches es posible comer lechón frito, pero ninguna localidad concede un fin de semana entero a este producto, a excepción de Cardeña. En cualquiera de los establecimientos hosteleros de este municipio es posible degustar este producto y son muchas las personas que llegan hasta este punto de Los Pedroches, procedentes de diferentes puntos de la provincia y de otras comunidades. Merece la pena. La Posá La Encina, el restaurante Venta Nueva, Casa Lucas o Casa Miguel son algunos de los lugares donde es posible degustar este producto, aunque los menos carnívoros encontrarán otras opciones donde el sabor seguirá primando, aunque lo que se impone es la cocina tradicional y casera. Algo que también es seña de identidad del Mesón Eusebio de la Venta del Charco, otra muy buena opción cuando se visita una de las dos aldeas que pertenecen a la comarca de Los Pedroches.

Eso sí, en este paseo o recorrido a través del gusto no podemos olvidarnos de los platos de caza, especialidad en algunos de estos restaurantes y que consiguen atraer a muchos clientes que buscan estos platos únicos, llenos de sabor, cocinados con mimo y atino lo que se traduce en convertirlos en lugares fijos en cualquier ruta gastronómica que se diseñe por esta comarca del norte de la provincia de Córdoba.

Rincones en todas las localidades

Hemos visitado ya muchos municipios de Los Pedroches a través de su gastronomía, pero todavía queda parte del viaje porque en cada rincón de la comarca se abre un espacio para disfrutar de lo mejor de su cocina. Lugares que van conquistando primero los paladares locales para, posteriormente, ver crecer su clientela a través del boca a boca, la mejor de las publicidades.

En esa tesitura anda desde enero de 2024 el Mesón La Llave de Añora, cuya carta de presentación es una invitación a «disfrutar de platos elaborados con mimo, producto de calidad y el sabor de lo auténtico». Porque desde este mesón se defiende que «en el corazón de nuestra cocina está el sabor de lo casero, la cercanía de un mesón familiar y la ilusión de hacer algo diferente». Entre sus mejores platos destacan el flamenquín casero con mojo picón, el lechón de Los Pedroches, la carrillada ibérica estofada, la ensalada de perdiz escabechada, la tosta de solomillo o la pata de pulpo al grill. Una muestra de lo que ofrece este lugar ubicado en un precioso municipio y que ofrece tanto comidas como cenas, sin olvidar los desayunos, algo a lo que se suman casi todos los establecimientos con muchas variedades y donde las cremas ibéricas o el jamón son seña de identidad.

Villanueva de Córdoba acogió el pasado mes de febrero la fiesta de la matanza.

Villanueva de Córdoba acogió el pasado mes de febrero la fiesta de la matanza. / CÓRDOBA

Trazando otra línea diferente a las hasta ahora desplegadas para diseñar esta ruta, nos trasladamos a Dos Torres, una localidad llena de posibilidades a nivel patrimonial y cultural, un dinamismo que tiene extensión en sus cocinas. Quizás sea uno de los lugares más emblemáticos y reconocibles de la comarca, la plaza Mayor de la Villa de Dos Torres y ahí, en uno de los corazones de Los Pedroches, es posible asistir a una experiencia gastronómica única. Y lo es de la mano de Los Usías, un hotel con encanto que permite comer sus propuestas en una terraza con vistas a la plaza o en algunos de sus diferentes espacios a través del restaurante La Brassería, un buceo en un mundo de sabores, donde la gastronomía se pone a disposición del cliente con productos de la zona como base: el ibérico y el aceite de oliva se presenta como la mejor combinación posible y, a partir de ahí, surgen muchas propuestas que tienen como premisa el buen trato al producto y que, posteriormente, se extiende al cliente.

Opciones para todos los paladares

Continuamos la ruta en Dos Torres, adentrándonos en el mesón-restaurante Los Arroyuelos, un lugar con una amplia carta basada en entrantes fríos, entrantes calientes, pescados y carnes con chuletas de cordero de la comarca, churrasco de solomillo o posibilidades de degustar una exquisita ternera. La tercera opción que encontramos en Dos Torres nos conduce hasta el Hogar del jubilado San Roque, una pintoresca cafetería donde la relación calidad-precio es un excelente baluarte.

Aunque la actividad es permanente durante todo el año, las fiestas patronales o tradicionales también marcan el devenir de estos espacios. Es lo que le ocurre a la taberna Makoki, de El Viso, que es lugar casi imprescindible durante las fiestas patronales de Santa Ana por su ubicación casi al paso de los tradicionales encierros. Aquí nos encontramos con un local de ocio donde la comida rápida y raciones, tanto para consumir en el local como para llevar a domicilio, son su carta de presentación. Así, es posible comer una rica carne, pero también apostar por las hamburguesas o por una amplia variedad de pizzas.

Misma idiosincrasia que sigue otro espacio longevo en el municipio viseño, El Papeo, un bar-restaurante donde es posible comer desde un bocadillo hasta platos más elaborados, como las croquetas caseras o el típico flamenquín, opción que falla en muy pocos lugares y que cada vez se ofrece con diferentes alternativas combinando productos y sabores lo que garantiza el acierto.

El olor es una de las cuestiones imprescindibles en la cocina, el gusto es el sentido por excelencia, pero no es lo menos el olfato. Muchos de los lugares referenciados huelen a hogar y esa es, precisamente, la clave de su éxito. De esa atmósfera hogareña presume el bar El Paisa, con el que cambiamos de localidad, ya que dejamos atrás El Viso para viajar hasta Villaralto. En una zona céntrica, al lado del Ayuntamiento villaraltero, se ubica este bar donde es posible degustar unas excelentes croquetas caseras, un solomillo en salsa verde que sigue deleitando a los clientes, así como sus deliciosas pizzas, aunque cuentan entre sus especialidades algunos productos del mar.

Del Paisa al bar Higueras, otro fijo en la selección de Villaralto con una destacada tabla de ibéricos o algunas tostas para no dejar pasar la ocasión de probarlas. Y si estas dos alternativas no se ajustan, algo difícil, también se puede acudir al bar Sheyla donde no faltará la ración de lechón frito.

La carne de Los Pedroches se pueden preparar de numerosas formas en los distintos platos

La carne de Los Pedroches se pueden preparar de numerosas formas en los distintos platos / CÓRDOBA

Migas

Se tiende a relacionar la comarca con el consumo de carne ibérica y no es algo que no se sustente, aunque la diversidad en la gastronomía es importante dejando paso a platos típicos de algunos momentos y ante los que es casi imposible resistirse. Cuando el otoño se abre paso y las candelas empiezan a encenderse en muchas viviendas de campo, dejando atrás los días de sol, hay un plato muy recurrente que se viene al ideario colectivo: las migas. Realizadas al calor de la lumbre, las migas se sirven con multitud de acompañamientos: sardinas, bacalao, pimientos fritos, torreznos, morcilla, chorizo o incluso granada. Todo vale en un plato que no es exclusivo de la zona, pero que sí atiende a las características propias del territorio.

Su relevancia en la gastronomía de Los Pedroches lleva a muchos establecimientos hosteleros a ofrecerlas como tapa o a servirla para encargo, pero ha sido una localidad la que le ha dedicado un día: Pedroche. La ruta de las migas pedrocheñas es una fecha agenciada en el calendario para todo buen paladar que se precie porque cada uno le da su punto o le añade las viandas que entiende necesarias. Es por eso que en la ruta por esta localidad de la comarca hay que tener muy en cuenta esta opción, la de sentarse a degustar unas exquisitas migas. La forma de hacerlo es sencilla, la base son las propias migas y luego cada comensal le incluye todo aquello que desee añadir, creando una explosión de sabores incuestionable.

Así que el paseo por Pedroche nos invita a probar este plato y es posible hacerlo en el bar-restaurante La Ermita, con el que volvemos a esos espacios singulares de la comarca, porque se encuentra situado junto a la ermita de la Virgen de Piedrasantas. Su especialidad, y es un aviso, son las migas, aunque también apuesta por los pollos rellenos y las paellas por encargo. En un marco incomparable es posible degustar uno de los platos estrella de la zona, siendo una de las mejores opciones en esta localidad. Pero no es el único lugar donde se pueden degustar migas y otros platos, el bar cafetería La Fachá ofrece, de igual modo, productos de calidad desde raciones, platos combinados y comidas por encargo. La última parada en Pedroche es en el bar La Cava donde es posible comer un plato de migas tostadas o paella, sin olvidar las carnes ibéricas, las hamburguesas o los platos combinados para todos los gustos.

Los bares como elementos de vida de los pueblos aparecen en esta ruta gastronómica para ofertar diferentes posibilidades y ser testigo de ese trasiego y devenir de los tiempos. En Torrecampo a nadie se le escapa ese papel de testigo del tiempo del bar Los Mellizos, en pleno municipio, ofreciendo un cálido lugar que se alterna con otras opciones en la localidad. Y es por muy pequeño que pueda ser el pueblo siempre aparece un lugar para el ocio, para la gastronomía, para que los saberes se impongan. Ocurre lo mismo con el bar Pensi de Fuente La Lancha, en el bar La Paloma de Santa Eufemia o en el bar Andalucía o La Plaza de Conquista, así como en la casa rural de El Guijo, que acoge celebraciones y también sirve comidas por encargo.

Una alternativa

Esto ocurre porque la tradición sigue intacta en la comarca, donde resulta imposible desligar lo culinario de la matanza del cerdo ibérico. Este rito ancestral, que durante generaciones sirvió para llenar la despensa familiar y garantizar alimento durante todo el año, continúa celebrándose en algunas casas, aunque poco a poco va perdiendo su relevancia práctica, desplazado por el cambio generacional y los nuevos modos de vida. Sin embargo, su esencia permanece viva gracias a la voluntad de los pueblos de mantener sus costumbres y poner en valor un legado que forma parte de su identidad.

La elaboración artesanal del chorizo o morcilla es una tradición en la comarca de Los Pedroches.

La elaboración artesanal del chorizo o morcilla es una tradición en la comarca de Los Pedroches. / CÓRDOBA

Tal relevancia tiene la matanza que localidades como Alcaracejos y Villanueva de Córdoba celebran cada año sus propias fiestas dedicadas a esta tradición, donde los vecinos y visitantes pueden presenciar todo el proceso: desde el despiece hasta la elaboración artesanal del chorizo, el salchichón o la morcilla. No es la única cita gastronómica de relevancia en la comarca. Como ya se ha mencionado, Cardeña acoge cada año la Feria del Lechón Ibérico, un evento que ha crecido con el tiempo hasta convertirse en una referencia provincial. Durante un fin de semana, el municipio se transforma en un escaparate gastronómico donde el lechón, jugoso, crujiente y de aroma inconfundible, se convierte en protagonista. Las degustaciones se alternan con actividades culturales, demostraciones culinarias y concursos, atrayendo a visitantes de toda Andalucía. Cardeña ha sabido conjugar tradición y promoción turística, situando a su feria como un ejemplo de cómo la gastronomía puede ser motor de desarrollo rural.

Otro producto que no puede quedar al margen es el cordero. Conquista fue pionera al convertirlo en reclamo turístico mediante su Feria del Cordero, que se celebra en el primer trimestre de cada año. Este evento reúne a productores, restauradores y consumidores en torno a degustaciones, talleres y muestras ganaderas que reivindican la calidad y sostenibilidad del producto.

A estas propuestas se suman otras fiestas populares que recorren la comarca a través de sus sabores. En Pedroche, el Día de las Migas convoca a vecinos y visitantes alrededor de los fogones, compartiendo uno de los platos más humildes y queridos de la tradición rural. Por su parte, Fuente La Lancha endulza el calendario con su Feria del Dulce, donde los postres artesanos reivindican el saber hacer de generaciones de mujeres que mantienen vivas las recetas de siempre. Cada una de estas celebraciones contribuye a trazar una auténtica ruta gastronómica de Los Pedroches, un recorrido por el gusto, la historia y la identidad de un territorio que ha hecho de su cocina una seña de orgullo.

Otro atractivo que refuerza la oferta gastronómica de la comarca son las rutas de la tapa, iniciativas que han proliferado en los últimos años como fórmula para dinamizar la hostelería local y acercar la cocina tradicional a nuevos públicos. Municipios como Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Dos Torres o Añora celebran periódicamente sus propias rutas, en las que bares y restaurantes elaboran tapas especiales para la ocasión. Los visitantes, con un rutero en mano, van sellando su recorrido con cada consumición, participando así en sorteos o premios que animan a la participación.

Alcaracejos es otra localidad donde se organiza una actividad para mostrarlos rituales de la matanza.

Alcaracejos es otra localidad donde se organiza una actividad para mostrarlos rituales de la matanza. / CÓRDOBA

Estas rutas, además de fomentar el consumo en los establecimientos, se han convertido en auténticos laboratorios de creatividad culinaria. Los cocineros reinterpretan recetas clásicas y las transforman en pequeños bocados que condensan la esencia de la comarca. En muchas ocasiones, el público es quien vota la mejor tapa, generando una sana competencia que impulsa la calidad y la innovación gastronómica. El impacto de estas rutas va más allá de la hostelería: refuerzan el sentimiento de comunidad, atraen turismo y promueven los productos locales. Cada año, miles de personas recorren los pueblos de Los Pedroches siguiendo el rastro de la buena cocina, descubriendo rincones, paisajes y costumbres a través del paladar.

Sea a través de sus fiestas dedicadas a la cocina, de las diferentes rutas de la tapa o de los restaurantes repartidos por la comarca, lo cierto es que la gastronomía de Los Pedroches vive un momento de esplendor. El mérito es doble: de quienes siguen produciendo con esfuerzo los mejores productos de la tierra y de quienes, desde los fogones, los transforman en experiencias culinarias únicas. En los últimos años, ha surgido una nueva generación de cocineros y restauradores que apuesta por combinar la modernidad con la tradición.

En sus menús conviven los cortes nobles del cerdo ibérico -solomillo, lagarto o presa- con las chuletas de cordero o los guisos de caza mayor, tan característicos del entorno. Junto a ellos, el jamón ibérico de bellota DOP Los Pedroches continúa siendo el embajador por excelencia de la comarca, presente tanto en las mesas más humildes como en los restaurantes de alta cocina.

La oferta se amplía con productos traídos de otras zonas -como el mejor pescado o marisco del sur andaluz-, que conviven armoniosamente con los ingredientes locales. Todo ello se realza con el aceite de oliva virgen extra producido en la propia comarca, un tesoro que aporta aroma y equilibrio a cada plato. Así, Los Pedroches han logrado consolidar una gastronomía diversa y completa.

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