Guía del Camino Mozárabe en Córdoba

Camino inclusivo y otras terapias de cuerpo y alma

Un itinerario accesible hacia la integración y la dignidad

Cordobeses del camino inclusivo de la Cruz Blanca, en una etapa.

Cordobeses del camino inclusivo de la Cruz Blanca, en una etapa. / CÓRDOBA

Juan M. Niza

Juan M. Niza

Asociaciones asistenciales de todo tipo, y a título personal muchos padres, han sabido ver en los valores culturales, deportivos, históricos, naturales y humanos del Camino y, sobre todo, en su potencial de transformación interior, un medio de integración y de fortalecimiento de personas con diferentes capacidades. Al respecto, quizá el más conocido y con mayor repercusión mediática en Córdoba los últimos meses sea la experiencia Camino Inclusivo, que organiza la Asociación de Amigos de los Hermanos Franciscanos de la Cruz Blanca, con el doctor Miguel Ángel Caracuel a la cabeza y apoyada por voluntarios de la Asociación del Camino Mozárabe de Córdoba, Guardia Civil, Policía Local, bomberos, Ejército...

En esta quinta edición, 18 residentes de la casa familiar de San Francisco de Asís, y por primera vez entre ellos con cuatro vehículos adaptados, salieron desde Sarria el 27 de abril y llegaron el 2 de mayo a Santiago, donde fueron recibidos como los triunfadores que son.

Discamino, pioneros también desde Córdoba

Sin embargo, quizá uno de los primeros que supieron ver esa faceta del Camino integradora y terapeútica, al menos en lo que se refiere al espíritu, fue el proyecto DisCamino, nacido en 2012 y que recibió desde Córdoba un enorme impulso de manos de Antonio Luque, con parálisis cerebral, y de su padre, Javier Luque. Ya en 2004, en un triciclo adaptado, Antonio y Javier peregrinaron por el Camino Portugués y en 2012 por el Camino Francés. En 2015, Discamino llevó ese año a cinco grupos con un total de 60 participantes con capacidades reducidas a Santiago.

Por entonces, la UE acababa de aprobar una directiva sobre accesibilidad y preparaba otra sobre personas con discapacidad. En ese complejo proceso de aprobación de una normativa para todo el continente, que puede durar hasta más de un año, la UE escucha a todo tipo de instituciones y colectivos implicados, y muy especialmente a su propio Comité Económico y Social (CESE), que en aquellos años tenía como secretario general a Luis Planas, actual ministro de Agricultura.

18 residentes de la casa de San Francisco de Asís de la Cruz Blanca fueron recibidos como héroes en Santiago el 2 de mayo.

Pues bien, Javier Luque, junto a los compañeros de DisCamino Javier Pitillas y Gerardo (sordociego), fue llamado a dar cuenta de su iniciativa ante una sesión del CESE. Su testimonio también fue recogido y debatido en Bruselas con el premiado documental basado en su experiencia El desorden de los sentidos, de Alejandro González y con la también cordobesa Irene Hens como productora. Y no es descabellado pensar que mucho de Córdoba y de la experiencia de aquellas peregrinaciones a Santiago de DisCamino forman hoy parte del espíritu de la ley que regula los derechos de las personas con diferente capacidades en la UE.

Desde entonces, Antonio y Javier han hecho el Camino Mozárabe (2015), participado testimonialmente en etapas de la Vuelta Ciclista a España (2016) y Andalucía (2017), peregrinado al Rocío (2018), han subido al Mulhacén (2021)... y preparan otros proyectos. Pero ya tampoco son los únicos.

Un Camino de colores para el crecimiento personal

Como se ha dicho, asociaciones asistenciales de todo tipo o a título particular, muchos familiares de personas con distintas capacidades, han sabido ver en los valores del Camino, particularmente en sus aspectos convivenciales y transformador del espíritu, un itinerario interior para el crecimiento que aporta confianza y nuevas habilidades.

Desde Italia, en abril, camminautismo llegó a Santiago pot cuarta vez.

Desde Italia, en abril, camminautismo llegó a Santiago pot cuarta vez. / CÓRDOBA

Asociaciones de lucha contra el cáncer, los del proyecto CaMinus en silla de ruedas de Rubén Zulueta y José Ignacio Fernández (con distrofia muscular), enfermedades raras como la ataxia telangiectasia que llevó en mayo a dos corredores a hacer 1.200 kilómetros para recaudar fondos u otras iniciativas de carácter internacional y de enorme impacto mediático se suceden a lo largo del año en Santiago. Entre ellas, una cuarta edición de CaminAutismo, de la asociación con sede en Turín Mulino Sambuy para personas afectadas con trastornos del espectro autista (TEA), y que este año llevó a 30 personas afectadas de entre 12 y 33 años, en una cuarta edición del proyecto, hasta una plaza del Obradoiro escoltados por la Guardia Civil y los Carabinieri. «El Camino representa un marco simbólico y concreto a la vez. Es un trayecto real, con metas diarias, en el que cada paso cuenta y en el que cada persona puede encontrar su ritmo, su reto y su comunidad», explican desde Mulino Sambuy, en donde sus componentes lucen camisetas naranja, que equivalen en España al azul solidario con los TEA. 

Tracking Pixel Contents