Un pueblo movilizado y cinco horas en vilo por una desaparecida

El reloj todavía no había marcado las 17.00 horas cuando la solidaridad vecinal de Posadas se puso en marcha ayer para localizar a una mujer. No era vecina de la localidad, sino la pariente de una familia muy conocida, residente en Huelva y de 83 años. Salió a pasear por el parque periurbano de la Sierrezuela y su tardanza puso en alerta a sus familiares.

Gracias al Club de Senderismo de Posadas se difundió por sus redes sociales la imagen de la mujer, lo que originó la búsqueda. De inmediato, se dio parte a las autoridades. Comenzaba una búsqueda que, como una bola de nieve fue agrandándose conforme pasaban las horas. A los senderistas se unieron los voluntarios de Protección Civil y los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil. Esta última fue la encargada de coordinar las labores de búsqueda. 

Pasaban las horas, se había peinado a pie la zona y el dron de la Policía Local había dado varias pasadas. Ni rastro de la desaparecida. Empezaron a llegar más refuerzos, más vecinos y hasta efectivos del parque de bomberos de Palma del Río. La preocupación se marcaba en el rostro de los familiares. 

Grupos de voluntarios coordinados por la Guardia Civil, estuvieron buscando a la mujer. Cuando ya caía el sol y se iba a desactivar la búsqueda a pie de los voluntarios, los agentes de la Guardia Civil pasaron a la siguiente fase del operativo: la búsqueda de la mujer mediante un dron con cámara de infrarrojos. Es por ello por lo que pidieron a los vecinos que regresasen a sus casas para no entorpecer las labores de búsqueda. Cuando se estaban realizando las operaciones previas para batir la zona, llegó la llamada que tanto esperaban los familiares 

A 10 kilómetros de distancia

En una finca de la localidad de Hornachuelos apareció una mujer que coincidía con la descripción de la que se estaba buscando. Los agentes apuntaron la dirección y se desplazaron hasta el lugar indicado, a 10 kilómetros de distancia, campo a través, de lugar donde se estaba peinando el terreno en búsqueda de la desaparecida. Eran las 21.45 horas, con los últimos rayos de sol y el campo en penumbras, cuando partieron los agentes, dejando en vilo a todos los que durante horas habían pateado la sierra. Y no tardó en llegar la buena noticia.

La alegría no solo se adueñó de los familiares, sino de todas aquellas personas que, sin conocer a la desaparecida, dejaron todo lo que estaban haciendo para marcarse como prioridad traer de regreso a la mujer y acabar con la angustia de sus familiares.

Pese a larga caminata, la dureza del terreno y las altas temperaturas, fue hallada en perfecto estado. Sus familiares indicaron que camina todos los días y que se mantiene en plena forma. De ahí que pudiese soportar el calor del día y la dureza del terreno hasta encontrar un lugar donde pedir ayuda.