Instalaciones de Epremasa

El polo verde de Montalbán, listo para salir a licitación a partir del verano

Las instalaciones costarán 27 millones de euros, de los que 17 ya han sido aprobados con cargo a los fondos Next Generation. Epremasa comienza también el proyecto para construir un gasoducto

Interior de la planta de tratamiento de residuos que la empresa de la Diputación Epremasa mantiene activa en Montalbán.

Interior de la planta de tratamiento de residuos que la empresa de la Diputación Epremasa mantiene activa en Montalbán. / Manuel Murillo

Rafael Verdú

Rafael Verdú

Córdoba

Todo está a punto ya para iniciar los trámites administrativos para una de las grandes inversiones en materia de medio ambiente que se acometerán en la provincia de Córdoba en los próximos años. Se trata del polo verde que Epremasa (la empresa de gestión de residuos de la Diputación Provincial) quiere instalar en Montalbán, donde ya posee un vertedero y una planta de tratamiento. Lo que se va a levantar allí es algo mucho más ambicioso que lo que hay ahora.

El proyecto de construcción es costoso y requerirá una inversión de 27 millones de euros con el IVA incluido, de los que ya están a disposición 17 millones de fondos Next Generation de la UE aprobados por el Gobierno central el año pasado. El pasado mes de febrero, Epremasa envió toda la documentación necesaria para que Bruselas dé el último visto bueno este mismo año.

El director de la planta de Montalbán, José Alberto Yévenes, explica a Diario CÓRDOBA que el pliego de construcción de las instalaciones comenzará la fase de licitación a más tardar este mismo verano. En teoría, debería haber salido para contratación a finales de mayo, pero no ha sido posible por algunos flecos pendientes en un procedimiento que, como sucede en estos casos, suele ser largo y complejo. «Para el verano estará la licitación», asegura Yévenes.

La principal instalación de nueva construcción, que se alzará junto a la planta ya existente en unos terrenos ya adquiridos, será una fábrica de biometano, un gas que puede comercializarse. Se obtiene a partir de la combustión de los residuos orgánicos, que ahora mismo sólo se aprovechan en parte para elaborar un gas que se usa como combustible para obtener energía en la propia planta. Cuando esta fábrica esté operativa, no sólo podrá aprovecharse un mayor porcentaje de los residuos orgánicos, sino que además Epremasa verá aumentar sus ingresos vendiendo el gas.

Yévenes señala la parcela ya adquirida en la que se levantará el nuevo Polo Verde en Montalbán.  | MANUEL MURILLO

Yévenes señala la parcela ya adquirida en la que se levantará el nuevo Polo Verde en Montalbán. / Manuel Murillo

Gasoducto

Precisamente, para poder poner el biometano en el mercado, Epremasa necesita construir un tramo de gasoducto que conecte con los conductos que ya tiene Enagás. Ese proyecto también está ya en marcha, aunque puede que tarde un poco más. Actualmente ya se ha adjudicado un contrato para la redacción del proyecto de obra por valor de 150.000 euros, para más adelante sacar a concurso la instalación de las canalizaciones, que costarán otros cuatro millones de euros, de acuerdo con los datos facilitados por el director de la planta en Montalbán.

Nada de esto será posible si la basura no llega convenientemente separada hasta la planta de tratamiento y separación. Aquí entra en juego la conciencia ciudadana, que debe catalogar los residuos en sus domicilios antes de enviarlos a los contenedores. Esto es especialmente importante en el caso de la basura orgánica, que todavía lleva muy contaminada con restos de todo tipo.

El quinto contenedor

El papel o cartón y los envases ligeros (bricks, plásticos o latas) son fáciles de reciclar y llegan por lo general bien separados. Pero el cubo de la basura doméstica es otra cosa, ya que ahí se mezclan los restos orgánicos (comida sobre todo) con papeles, plásticos o cualquier otra cosa. La idea es que eso no ocurra, y por eso se ha comenzado ya a implantar el llamado quinto contenedor. La basura orgánica deberá ir en una bolsa aparte, mientras que todo lo demás se depositará en otro contenedor.

El quinto contenedor aún no está activo en toda la provincia, pero Epremasa ya está trabajando en su colocación, al igual que se hizo en la capital y en otras grandes ciudades andaluzas.

Los costes del reciclado

Aunque la mayor parte de la inversión en el Polo Verde corre a cargo de la Unión Europea, los ciudadanos tienen que pagar de su bolsillo la gestión diaria de sus residuos. Se hace en la mayor parte de los municipios a través de la factura de Epremasa, aunque hay localidades (como la capital) que tienen sus propias empresas. Epremasa ya anunció el año pasado que tendría que subir sus tarifas para hacer frente a la instalación del quinto contenedor. De media la subida en la factura será de un 10%, un euro al mes en cada casa.

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