Cofradías

Montoro vive otra jornada de emoción con el traslado de la Virgen del Carmen y Nuestro Padre Jesús Nazareno

Las imágenes permanecerán hasta el viernes 17 de mayo en la iglesia del Hospital Jesús Nazareno

La Virgen del Carmen durante el traslado del miércoles en Montoro.

La Virgen del Carmen durante el traslado del miércoles en Montoro. / CÓRDOBA

Diario CÓRDOBA

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Córdoba

Montoro vivió la noche del miércoles una jornada breve en recorrido, pero inmensamente emotiva en significado, con el traslado de evangelización de la Virgen del Carmen y Nuestro Padre Jesús Nazareno desde la parroquia de San Bartolomé hasta la iglesia del Hospital Jesús Nazareno. Las imágenes permanecerán durante varios días junto a quienes más lo agradecen: las personas mayores.

La comitiva partió a las 21.00 horas recorriendo la plaza de España y la calle Salazar, en un ambiente de recogimiento y respeto, según informa la propia hermandad de la Virgen del Carmen en una nota de prensa. "A su llegada a la residencia de mayores, la emoción fue palpable", señalan en su nota. "Lágrimas, sonrisas y aplausos espontáneos -añaden- se sucedieron al paso de las dos imágenes más queridas por las generaciones que durante años han mantenido viva la fe en Montoro".

Hasta el viernes

Durante su estancia, que se prolongará hasta el viernes 17 de mayo, ambas imágenes permanecerán expuestas a pie de suelo para que los residentes puedan venerarlas cómodamente. Además, se celebrará una misa especial y se compartirá un almuerzo de convivencia entre la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen y los usuarios del centro.

Nuestro Padre Jesús Nazareno durante el traslado del miércoles en Montoro.

Nuestro Padre Jesús Nazareno durante el traslado del miércoles en Montoro. / CÓRDOBA

Este gesto, recuerda la cofradía, "sencillo en apariencia, se ha convertido en uno de los momentos más humanos y profundos del camino hacia la Coronación Canónica y Pontificia de la Virgen del Carmen". Y añade la hermandad: "Porque pocas cosas hay más auténticas que acercar la devoción a quienes, por edad o salud, no pueden acudir a las calles, pero que la sienten con igual intensidad".

Una vez más, concluye la cofradía, "Montoro demuestra que esta preparación no es solo un calendario de actos, sino una auténtica manifestación de fe compartida y vivida en comunidad".

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