Reactivación de la minería

Las compañías mineras, ejes de la formación y capacitación laboral

La Politécnica renueva su plan de estudios para facilitar al alumnado hasta un año de experiencia en explotaciones mineras

Vehículos transportan material en una explotación minera.

Vehículos transportan material en una explotación minera. / EFE

David Jurado

David Jurado

Córdoba

La actual minería sintetiza uno de los paradigmas del modelo educativo actual, que fija como uno de sus dogmas el «Aprender a aprender». Es decir, que el alumnado adquiera sus destrezas con la experiencia. En este sentido, la formación dual juega un papel fundamental. Y es aquí donde la labor formativa de las compañías mineras es vital para lograr una adecuada capacitación laboral.

La Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas y de Servicios (Aminer) apunta que, aunque los jóvenes salgan preparados de los ciclos formativos y grados universitarios, es en las propias explotaciones mineras donde reciben la formación específica necesaria. Estos conocimientos solo pueden adquirirse desde la experiencia, por lo que, según señala Aminer, son habitualmente las compañías mineras, mediante sus planes formativos, las que «dan la formación específica necesaria para desempeñar un puesto de trabajo concreto». Un ejemplo de cómo articular este modelo formativo es el que representa la Fundación Atalaya, impulsada por Atalaya Mining en la provincia de Huelva. Su curso de operador técnico de instalaciones mineras, con más de cinco ediciones celebradas, se ha convertido en una referencia para el sector. Esta iniciativa, coordinada por la Escuela de Negocios de la Cámara de Comercio de Huelva, ofrece una formación integral que combina 300 horas teóricas con 200 horas prácticas en empresas mineras de la zona.

El contenido del curso abarca desde mecánica de calderería y soldadura, electromecánica, sistemas hidráulicos y neumáticos, hasta mantenimiento y reparación de motores o maquinaria de manutención.

Además, los alumnos obtienen acreditaciones profesionales (ITC) como operadores de servicios generales, perforación, voladuras o maquinaria pesada, imprescindibles para trabajar en el sector minero-industrial.

La labor de la Fundación Atalaya es el camino que debe seguirse en el caso de Córdoba para la formación y capacitación de trabajadores en las zonas de influencia de la actividad minera.

Conscientes de la importancia de las prácticas, la Escuela Politécnica de Belmez está renovando el plan de estudios del grado en Ingeniería de la Energía y Recursos Minerales, donde está previsto incluir una mención dual de 48 ECTS, que, junto con el Trabajo Fin de Grado (18 ECTS), supone que, aproximadamente, pasen un año de prácticas en empresas.

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