Pueblos de Córdoba

La isla de un pueblo de Córdoba: un sorprendente lugar lleno de tesoros

Era cerro hasta que el agua lo rodeó y esconde los vestigios de épocas de mayor esplendor

Vista lejana del embalse de Iznájar.

Vista lejana del embalse de Iznájar. / Turismo de la Subbética

Manuel Á. Larrea

Manuel Á. Larrea

Córdoba

Era un cerro, pero acabó siendo una isla. En la provincia de Córdoba, un pueblo conserva un enclave que, rodeado de agua, esconde valiosos restos arqueológicos. Una especie de isla del tesoro.

Algunos se lo tomaron al pie de la letra hace unas décadas, ya que aquel lugar, declarado Bien de Interés Cultural, fue objeto del expolio en las décadas de los 80 y de los 90. El yacimiento está a merced de las caprichosas lluvias, que lo cubren y lo descubren ajenas a la historia que atesora.

Un antiguo poblado

La isla, o cerro, Mezquita -de las dos formas es conocido este rincón de la provincia cordobesa- es un promontorio situado en pleno pantano de Iznájar, aunque perteneciente a la localidad de Rute, que alberga los vestigios de un antiguo poblado fortificado. Tiene una extensión de 8.000 metros cuadrados intramuros y su origen es íbero, si bien se piensa que los primeros pobladores de la zona se remontan al Bronce Final.

Restos de la almazara romana de la isla Mezquita.

Restos de la almazara romana de la isla Mezquita. / Flickr

El poblado fue ocupado sucesivamente por visigodos, romanos y musulmanes. Y en todo el entorno se han hallado restos de varias necrópolis. Una de estas fue saqueada a finales del siglo pasado, pero todavía pueden verse las tumbas abiertas de los antiguos habitantes de la Subbética cordobesa. Otra de ellas, bajo las aguas del embalse, alberga más de 200 tumbas.

Hallazgos de valor

En isla Mezquita han aparecido cerámicas, ánforas, paredes, vidrios, utensilios, ajuares, orfebrería, joyas... y hasta un mosaico romano. En 2017, debido a la sequía, afloró un yacimiento romano que, según los investigadores, fue un centro de producción de aceite de gran importancia en la época construido entre los siglos III y IV.

Historia 8 Ruinas de edificaciones del pasado.

Ruinas de edificaciones que quedaron sumergidas en el embalse de Iznájar. / MANUEL PADILLA

A niveles normales, el pantano ofrece la vista del yacimiento íbero-romano. Y cuando el agua baja más, como ocurrió hace ocho años, cuando quedó en un cuarto de su capacidad, pueden apreciarse los restos de las antiguas viviendas y granjas que componían el antiguo poblado que quedó sumergido cuando se construyó el embalse.

Esplendor pasado

En 2019, se cumplieron 50 años de la inauguración de lo que se ha convertido, con el tiempo, en un auténtico mar interior. La zona inundada del embalse estaba plagada de infraestructuras que pertenecían a las aldeas y las cortijadas que se sucedían en el valle del Genil. El Pamplinar o El Remolino son ejemplos del esplendor pasado que vivieron los cordobeses de aquellas tierras ribereñas bañadas por el río.

Y en esa memoria, antigua y moderna, emerge como uno de los enclaves más curiosos de la provincia la isla Mezquita, con toda la riqueza histórica, en forma de vestigios, que se ha descubierto en mitad del agua.

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