Provincia

Un colectivo de Cañete atiende desde 2021 a más de 200 personas con adicciones

Presidido por Clemente Olmo, realiza terapias de autoayuda en las que colaboran personas que anteriormente eran dependientes del alcohol y las drogas

Uno de los encuentros celebrados el pasado viernes en Cañete de las Torres.

Uno de los encuentros celebrados el pasado viernes en Cañete de las Torres. / Rafael Castro

Rafael Castro

Rafael Castro

Desde el año 2021 existe en Cañete de las Torres un colectivo que colabora con personas que sufren algún tipo de adicción mediante terapias de autoayuda. Lo fundó Ángel Jiménez y desde el 2023 lo preside Clemente Olmo, quien afirma que «las principales adicciones que abordamos son las de sustancias (drogas) y alcohol». En Cañete se reúne los lunes y los viernes en una de las salas del antiguo colegio de Las Esclavas, cedida por el Obispado de Córdoba. No obstante, cuando observan que aumentan los casos, realizan un doping cualquier día de la semana para hacer las pruebas de adicciones a personas de la zona a las que les proponen salir de su estado de dependencia.

A lo largo de estos tres años, este colectivo, denominado Asociación de Asesoramiento y Motivación para la Superación de Dependencias Fe, Esperanza y Caridad, ha atendido a más de 200 personas de la comarca del Alto Guadalquivir, algunas de las cuales no han logrado superar el proceso. En Bujalance han creado una sección donde los encuentros tienen lugar los lunes y los jueves. En ambos municipios cuentan actualmente con 18 personas en tratamiento. También se han atendido a usuarios de Luque, Marmolejo, Arjona, Pedro Abad, El Carpio, Villafranca y Villa del Río; y se ha incorporado a este programa una psicóloga de la Mancomunidad del Alto Guadalquivir.

Directiva

La directiva está formada por tres miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, así como tres doctoras del Servicio Andaluz de Salud, una letrada, familiares de los usuarios y monitores, que son personas rehabilitadas a través de este programa, que son los encargados de dar las terapias a familiares y usuarios, «por lo que son el vivo ejemplo de que se puede salir de las adicciones», comenta Olmo, quien añade que «la esperanza es seguir sacando personas adelante. Antes de pasar a los grupos de terapia, los usuarios son sometidos a un doping de adicciones, uno de alcohol y otro que analiza seis sustancias (drogas) diferentes».

Olmo comenta que «la satisfacción que tenemos es que esto es útil para la sociedad» y concluye que «a todas las puertas que llamamos nos dicen que sí, porque esto es una lacra y ninguna familia se libra de que haya alguna adición».

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