La raya cordobesa, el confín de Córdoba que una vez habitaron los lobos

Nutrias, águilas, zorros, búhos, linces y ¿lobos? habitan uno de los confines de Córdoba. Lo llamaremos la raya cordobesa, por ser una de las fronteras de la provincia, especialmente marcada por el curso de un río que pasa desapercibido, tranquilo y 'lejano'. Recorre 90,4 kilómetros y baña los términos municipales de seis pueblos de Córdoba.

El curso de este río es el eje de uno de los parajes naturales más interesantes de Córdoba (y Zona de Especial Conservación), que abarca 10.560 hectáreas al noroeste de la provincia. Sus aguas fluyen entre el Valle de los Pedroches y el Valle de Alcudia, serenas en su paso gracias a un relieve poco pronunciado. Separa dos provincias y atraviesa tres regiones, en las que se adentra intrépido, dejando a su paso un entorno de enorme valor.

Agua dulce, agua salada: así es este singular río de Córdoba

Una frontera líquida

¿Alguna vez ha oído hablar del río Guadalmez? Puede que sí, pero no se sorprenda si se entera ahora de que se trata de un importante río cordobés. Este artículo no pretende descubrir América, como suele decirse, sino darle un lugar a un caudal que, relegado a un segundo plano por el Guadalquivir, conserva como pocos una fauna y una flora muy diversas.

Lo primero. El Guadalmez es la perfecta manifestación de frontera. Nace en la sierra de Cardeña y, a lo largo de todo su recorrido, delimita Córdoba de Ciudad Real. El río vierte sus aguas, finalmente, en el embalse de Zújar, ubicado en el término municipal de Capilla, ya en Badajoz. Se trata de un río bastante aislado durante su recorrido por el noroeste de Córdoba.

El pueblo de Córdoba donde el río es un monumento que se lleva todas las miradas

Los lobos del Guadalmez

El Guadalmez, que pertenece a la cuenca del Guadiana, discurre por Santa Eufemia, Dos Torres, El Guijo, Torrecampo, Conquista y Cardeña, arropada por dehesas y cultivos, dando hogar a su paso a todo tipo de animales: una gran variedad de aves y peces, anfibios y reptiles como el sapillo pintojo o el galápago, y mamíferos como el tejón, la nutria, el ciervo, el jabalí, el zorro o el lince, que se alimenta de los conejos que pueblan la zona. Pero, ¿y qué hay de los lobos?

Este gran depredador, que en otros tiempos remotos dominara la sierra, ha habitado históricamente en el entorno de esta zona protegida. Sin embargo, desde 2013 no se ha detectado su presencia (que suele analizarse por los excrementos). Por tanto, la Junta de Andalucía lo da casi por extinguido. Pese a ello, este confín de Córdoba sigue albergando una valiosa biodiversidad y no deja de ser un paraje importante que abarca buena parte de Los Pedroches.