Montilla

La Cofradía de la Viña de Montilla conmemora el vino nuevo en el Lagar de la Cañada

Los hermanos Gonzalo y Adela Córdoba, del Grupo Pérez Barquero, elogian la trayectoria vital y profesional de su padre

La Cofradía de la Viña conmemora el vino nuevo en el Lagar de la Cañada.

La Cofradía de la Viña conmemora el vino nuevo en el Lagar de la Cañada. / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

Juan Pablo Bellido

Juan Pablo Bellido

El Lagar de La Cañada, uno de los templos con los que la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles cuenta en la Sierra de Montilla, ha acogido este mediodía la Salutación al Vino Nuevo, un protocolario acto promovido por la Cofradía de la Viña y el Vino de Montilla que, este año, rinde especial tributo al Grupo Pérez Barquero.

En esta ocasión, el simbólico acto ha estado oficiado por Gonzalo Córdoba, CEO de la firma, y por su hermana Adela, responsable de marketing, quienes contaron con un presentador de excepción: su padre, Rafael Córdoba García, presidente del Grupo Pérez Barquero.

Tras dar la bienvenida, el máximo responsable de la firma montillana repasó parte de su trayectoria vital, vinculada desde los 10 años de edad al mundo de la vid y el vino y, en especial, al Lagar de La Cañada, enclavado en la Zona de Calidad Superior de la DOP Montilla-Moriles, en el prestigioso Pago de Benavente Alto.

La Cofradía de la Viña de Montilla conmemora el vino nuevo en el Lagar de la Cañada

La Cofradía de la Viña de Montilla conmemora el vino nuevo en el Lagar de la Cañada / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

«Eran fincas en las que los respectivos propietarios pasábamos una larga temporada, desde junio hasta que terminaba la recolección de la uva que, por entonces, solía ser en octubre», comentó Rafael Córdoba, quien detalló que «había hasta una estudiantina o miniorquesta que animaba las veladas periódicas que solían celebrarse en los distintos lagares», además de dos capillas para la misa de los domingos: una junto al Lagar del Pozo y otra en La Inglesa.

Palabras de cariño

Tras las correspondientes presentaciones, tomaron el relevo en el atril los hermanos Gonzalo y Adela Córdoba Ruz, quienes coincidieron en dedicar unas palabras de reconocimiento a la trayectoria vital y profesional de su padre.

«La salutación es una oportunidad de manifestar mi aprecio, es decir, mi cariño y admiración por este maravilloso mundo, al que unos han llegado por vocación y otros por nacimiento, hasta formar una gran familia que vive para defenderlo», destacó Adela Córdoba, quien resaltó de su progenitor su carácter «entusiasta, perfeccionista, apasionado, inteligente, con esa mezcla tan exitosa de la mejor actitud y muchas aptitudes y, lo mejor de todo, disfrutando».

Durante la jornada de ayer, los integrantes de la Cofradía de la Viña y el Vino –que desde su fundación en 1990 han demostrado su compromiso con la promoción y con la defensa de los vinos que se elaboran en la zona Montilla-Moriles– tuvieron ocasión de «saludar» el vino nuevo de la Bodega El Ciervo, que previamente fue bendecido por el capellán de la entidad, el sacerdote Antonio Ramírez Climent, párroco de San Sebastián y pregonero de la Semana Santa de Montilla en 1987.

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