LA TRADICIÓN SE REMONTA A FINALES DEL SIGLO XVI

Montilla celebra La Candelaria con las populares roscas de pan

La elaboración de cada pieza es un proceso completamente artesanal

Los hermanos José Luis, Gonzalo y Francisco Bellido, en plena faena.

Los hermanos José Luis, Gonzalo y Francisco Bellido, en plena faena. / JOSÉ ANTONIO AGUILAR

Juan Pablo Bellido

Juan Pablo Bellido

Montilla

Harina, levadura, agua, sal y aceite de oliva virgen extra. Esos son los ingredientes principales de las populares roscas de la Candelaria, una tradición centenaria que se remonta a finales del siglo XVI y que se mantiene intacta en Montilla gracias a la labor de firmas como Horno y Aceites Bellido, la panadería decana de la localidad.

Cada 2 de febrero, Montilla conmemora la festividad de la Purificación, popularmente conocida como «La Candelaria», día en el que la Cofradía del Rosario –fundada el 22 de agosto de 1580– organizaba un cortejo en el que se procesionaba una imagen de San José que portaba en su brazo izquierdo una rosca de pan.

La elaboración de las roscas de la Candelaria es un proceso completamente artesanal. No en vano, una vez se otorga a cada pieza su forma definitiva –que puede variar en complejidad y tamaño–, el maestro panadero, provisto de unas tijeras, adorna la rosca con los característicos picos o pinchos que, tras pasar por el horno de leña de la familia Bellido Vela, aportan el peculiar crujiente. 

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