Creciendo paulatinamente y afrontando sus días grandes con la llegada del fin de semana, así se vive una Feria de Pozoblanco, que también ha tenido que hacer frente a las inclemencias meteorológicas con la lluvia que llegó en la jornada del jueves. Sin embargo, no hay nada que frene las ganas de la ciudadanía de unos días donde los farolillos, la música, las sevillanas y los reencuentros marcan la agenda. También para los que vuelven estos días a la localidad, que fueron protagonistas del homenaje al Pozoalbense Ausente que tuvo lugar en el Ayuntamiento de la localidad.
En ese capítulo de protagonistas, el Consistorio no ha querido olvidarse de los mayores, porque al día de los abuelos y nietos de «preferia» se sumó el día de convivencia donde se dieron cita más de quinientos mayores en la Caseta Municipal. La feria, queda demostrado una vez más, no es cuestión de edad, aunque los más jóvenes se concitan en la zona de las casetas familiares, que se han visto reducidas a cuatro en esta edición. Y los adolescentes siguen buscando su espacio con una Caseta Zero que no acaba de cuajar.
Un espacio, el de las casetas familiares, que sigue con programación conjunta con conciertos de grupos locales y de versiones. La música también se trasladó el jueves al Teatro El Silo con el segundo concierto de Manolo García y el segundo lleno después del registrado el sábado pasado. El idilio entre el vocalista de El último de la fila y el público pozoalbense continúa. Y de Manolo García a Los Chichos porque de ellos fue la noche del viernes de feria, aunque en otro escenario, el ubicado en la caseta de la Juventud.
Feria de día y de noche
La feria se sigue dividiendo en espacios y no es hasta bien entrada la tarde cuando el ferial va tomando fuerza, ya que mientras tanto la fiesta se vive en las calles de la localidad. Es ya una cuestión casi de tradición. No obstante, la llegada del fin de semana revierte cualquier situación ante el incremento de personas que se dan cita en Pozoblanco. Un fin de semana que será más taurino que nunca porque el Coso de los Llanos abre sus puertas con dos festejos taurinos.
En la parte del debe queda el respeto más estricto a esa hora «sin ruidos» para que las personas con trastornos del espectro autista también puedan disfrutar de la feria. Un incumplimiento que ha provocado la queja de las familias afectadas en las redes sociales.
Con todo, a Pozoblanco le restan dos días para cerrar una feria que pone fin al capítulo de fiestas veraniegas en Los Pedroches. Luego, llega la rutina para todos y la vuelta a la normalidad en la localidad.