La Policía Local de Lucena entrega sus distinciones a agentes y vecinos

La Policía Local de Lucena ha otorgado este viernes sus distinciones y galardones en la fiesta anual por la celebración de la festividad de su patrón, san Jorge. Aplazado unas tres semanas, desde el pasado 23 de abril, en el acto institucional se felicitaba públicamente tanto a agentes como a ciudadanos que protagonizaron actuaciones de singular mérito.

Después de la misa en el templo de San Pedro Mártir, los Jardines Palacio de la Dehesa acogían la entrega de los reconocimientos, con la presencia del alcalde, Juan Pérez; y el edil de Seguridad Ciudadana, José Pedro Moreno; así como el inspector jefe de la Policía Local, José Pino; y los máximos representantes en Lucena de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Recibían la Cruz con distintivo blanco los policías José Antonio Ríos, José Luis Arjona, Alejandro Lozano, Antonio José Henares, Jesús Javier Tinoco, Sergio Cruz, Antonio Ramírez y Jesús Manuel Dorado. Y obtenían la felicitación del Pleno José Antonio Capote y Manuel Polo.

En otra esfera, los agentes Francisco Manuel Pineda y Antonio Vicente lucirán la medalla a la permanencia en su categoría Plata al completar dos décadas de servicio efectivo en el cuerpo.

Dentro de las distinciones a vecinos, se ha concedido la medalla de la Policía Local a los ciudadanos Miguel Ocaña, Matilde Dorado, Manuel Muñoz, Sergio Guardeño y Aarón Rodríguez, por su colaboración con la Policía Local, así como al inspector jefe del Cuerpo Nacional de la comisaría de Lucena-Cabra, José Luis Puertas.

El primer edil, en su discurso, se dirigía expresamente a policías y vecinos condecorados y aseveraba que «vuestro trabajo, vuestra implicación, vuestro espíritu de servicio» son «imprescindibles en el desarrollo de nuestra ciudad».

Alababa la misión de la Policía Local y ponderaba sus virtudes y principios como «un grupo humano plural, profesionalizado» y «que nos permite avanzar y reforzar el concepto de ciudad segura, abierta y amable».

Finalmente, sostenía que «sin seguridad, no hay libertad», con el deseo de que «la convivencia pacífica siga siendo el referente y guía», concluía Juan Pérez.