EL ITINERARIO DISCURRE ENTRE LOS RÍOS GUADALQUIVIR Y GENIL

La Federación de Deportes de Montaña homologa un nuevo sendero en Palma del Río

Se llama SL-363 Los pagos de La Barqueta y Pedro Díaz

Un grupo de senderista en la ruta de los Pagos de La Barqueta y Pedro Díaz.

Un grupo de senderista en la ruta de los Pagos de La Barqueta y Pedro Díaz. / MANZANO

Elisa Manzano

Elisa Manzano

La ciudad cordobesa donde se unen el Guadalquivir y el Genil, tras verter sus aguas el río Retortillo, al pie de Sierra Morena, Palma del Río, es un enclave geográfico único en el Valle del Guadalquivir, que ha propiciado la llegada de diferentes culturas que han enriquecido su historia.

Se trata de un paisaje de ribera que alberga los Pagos de Huerta, un activo singular de la localidad bajo los nombres de Arriel, La Barqueta, El Carrascal, La Chirritana, El Corvo, Las Delicias, Duque y Flores, La Graja, El Higueral, Pedro Díaz, La Pimentada, El Pisón y El Rincón. La ribera de los dos ríos, perfilada por naranjales y su fruto, es seña de identidad sobre la que pilota la economía local centrada en la agroindustria. Estas riberas encierran desde restos de asentamientos tartésicos, ibéricos, romanos y musulmanes, a núcleos de población que en un pasado muy reciente han sido hogar de hortelanos que convivían en las proximidades de los ríos, en las huertas, en espacios que hoy son lugar de recreo mayoritariamente, aunque las familias propietarias protegen el cultivo de la naranja, entre la que hay que destacar una variedad autóctona, la cadenera, cuyo cultivo hay que preservar.

Itinerario homologado

En estos parajes se ha homologado por la Federación Andaluza de Deporte de Montaña, Escalada y Senderismo la ruta SL-363 Los Pagos de La Barqueta y Pedro Díaz. Desde el Ayuntamiento, por medio de su delegación de Turismo, y el Grupo Senderista Palmeño, han presentado este paseo único por estos pagos situados entre el meandro del río. 

Es un camino sinuoso donde el Genil va bañando a derecha e izquierda los tradicionales pagos. Al inicio de este sendero, imágenes casi aéreas de Palma del Río, con sus dos puentes sobre el Guadalquivir, y el puente de La Alegría, sobre el Genil, paso que hay que tomar para seguir este itinerario. Una ruta de tres horas y unos 14 kilómetros que descubre un gran paisaje natural. 

Pasos de senderitas hacia Pedro Díaz donde en el camino se descubren restos del patrimonio hidráulico, como azudas y norias. Un panel destaca el Azuda de la Piñera, que desviaba las aguas del Genil para regar las huertas de La Barqueta, tierras ribereñas donde se sucedían no hace muchos años las norias. Al final del camino se encuentra la Parroquia de la Inmaculada, en Pedro Díaz, donde la hermandad del Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima de la Concepción cuidan a sus titulares, que procesional el Miércoles Santo.

Para el presidente del grupo senderista, José Antonio Martínez Liñán, «esta ruta es un atractivo turístico para Palma» y recuerda otras hacia la unión de los ríos o la de Las Delicias y El Corvo.

Al otro lado de la ciudad, junto al Guadalquivir, en la atalaya del Santuario de la Virgen de Belén, Saxoferreo, asociación para la Defensa del Patrimonio, y Grama, Grupo de Acción Mediambiental, lanzan la propuesta de un paso interpretativo llamado Aguas de Palma. El Guadalquivir, sus puentes y la Fuente de Belén. El presidente de Saxoferreo, Emilio Navarro, señala desde este mirador a La Verduga, (de la Edad del Cobre); La Saetilla, con el yacimiento de época romana Seguida Augurina; y al núcleo de Palma, Balma en época islámica. Ya en la Fuente de Belén, también conocida como «Fuente de los Aguadores», resalta que se encuentra en el área donde se localiza una necrópolis de época islámica.

En esta fuente, donde hasta no hace mucho los aguadores en sus carros provistos de cántaros llevaban el agua hasta los vecinos, a dos kilómetros de la ciudad, ahora reza «agua no potable». Grama ha plantado una morera y propone recuperar este espacio natural, tan visitado por los palmeños durante tantos años, como un área natural con arboleda y refugio climático. Palma tiene a sus ríos hasta en su escudo, donde reza «Lucha y vence entre dos ríos».