Las vías verdes nacieron a principio de los años noventa como una forma de transformar los miles de kilómetros de trazados de ferrocarril en desuso que existían en toda España en rutas ecoturísticas en las que los vehículos a motor no están permitidos, quedando reservadas al senderismo o cicloturismo. Desde entonces, diversas administraciones y colectivos ciudadanos se han implicado en esta tarea, capitaneadas por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (www.viasverdes.com), hasta conformar itinerarios cada vez mejor señalizados y acondicionados con servicios complementarios.
En este momento, Córdoba tiene activas siete vías verdes y una octava en construcción, situada en la zona del Guadiato y Los Pedroches, que está llamada a unir las vías de la Maquinilla y la Minería. En total, las ocho vías discurren por 147,2 kilómetros y atraviesan más de 15 municipios de la provincia, aunque la idea es que esas ocho se conviertan en tres: la vía verde del Aceite, la de la Campiña y la del Guadiato-Los Pedroches.
Entre 2019 y 2022, el trazado de Córdoba ha crecido en 37 kilómetros y ha recibido una inversión de 3,7 millones del Gobierno central, la Junta y la Diputación, generando más de 1.600 contratos para el mantenimiento y ampliación de las rutas. Para la Delegación de Medio Ambiente de la Diputación, esta red de infraestructuras no solo facilita el acercamiento de los ciudadanos al medio natural y fomenta el turismo verde, sino que «constituye un motor de desarrollo rural capaz de anclar población al territorio y una fórmula que ayuda a la conservación del patrimonio histórico, cultural y etnográfico».
