HABÍA REFERENCIAS EN PLANOS DEL SIGLO XVII Y XIX

Descubren restos arqueológicos de tres fortificaciones medievales de Hornachuelos

El historiador palmeño Emilio Navarro localiza los castillos del Comendador y Comares y la torre de Casa Fuerte

Restos de la Torre del castillo del Comendador en la Sierra de Hornachuelos.

Restos de la Torre del castillo del Comendador en la Sierra de Hornachuelos. / CÓRDOBA

El historiador de Palma del Río Emilio Navarro Martínez ha hallado los restos arqueológicos de los castillos del Comendador, de Comares y de la torre de Casa Fuerte en la Sierra del Águila, en Hornachuelos. Precisa que existían referencias en planos del siglo XVIII y XIX de este patrimonio defensivo, se encuentran en una zona de difícil acceso de la sierra, y ahora se argumenta su existencia con documentación y fotografías, también aéreas, tras un trabajo de investigación, subrayando el de campo,  iniciado hace unos 7 años.

De esta forma, los enclaves fortificados se convierten en los principales restos arqueológicos de la articulación del territorio durante la alta y plena Edad Media en el curso medio y alto del río Retortillo. El historiador subraya que automáticamente, por una ley de 1949 en vigor, estos restos del patrimonio defensivo pasan a ser Bien de Interés Cultural, BIC, lo que significa que hay que facilitar el acceso para la investigación.

Para Navarro, se pone de manifiesto que la sierra en época medieval islámica tenía una población dispersa estable que en época de inestabilidad se dirigía a estos tres puntos como referencia de protección y precisa que son puntos elevados. Esta es la hipótesis que baraja el historiador tras su descubrimiento, explicando que los tres yacimientos, con estructuras en superficie donde se aprecian sus muros, habitaciones y torreones, se sitúan al final del período islámico andalusí, siglo XII y principio del XIII. Asimismo, apunta que se no se han realizado prospecciones.

Castillo del Comendador

Sobre el castillo del Comendador, el historiador destaca que es el primer elemento inédito en su investigación que más restos constructivos conserva. En su trabajo de campo, utilizó un barrido mediante ortografía aérea, Lidar (mapas de sombras e iluminaciones de Andalucía), de distintas zonas con referencias cartográficas y toponiminias que podían ser susceptibles de acoger algún espacio defensivo.

La búsqueda dio como resultado la ubicación de este conjunto defensivo en la cima del Cerro del Comendador de la Sierra del Águila a una altura de 326 metros sobre el nivel del mar. En mayo de 2021, siguiendo la servidumbre hidráulica de un arroyo llegó hasta los restos arqueológicos de esta fortificación medieval. Al parecer, se trata de una estructura de planta irregular que se adapta a la cima del cerro, que tiene una extensión aproximada de su perímetro de unos 210 metros y su área total ocupa unos 2.500 metros cuadrados. Apunta que todo el conjunto constructivo es difícil de percibir por la espesura de la vegetación que cubre el lugar, siendo utilizado en la actualidad para un uso cinegético.

En cuanto a la configuración de la construcción, advierte que tiene cierta inclinación en dirección oeste-este, siendo el flanco de levante el más elevado y con visos de constituir una zona fortificada. En el interior del recinto, se encuentran algunos muros interiores que podrían ser estructuras de planta cuadrada, señala que estos habitáculos pudieron ser utilizados de manera esporádica durante la vida útil de la fortaleza. Entre los restos del extremo de poniente, se adivina una posible torre de planta cuadrada. Por otro lado, en cuanto a la técnica constructiva, el historiador dice que es similar a la de otros espacios defensivos dispersos en la Sierra de Hornachuelos. El material de construcción está conformado principalmente por lajas de asperón (piedra de los alrededores) trabadas mediante la técnica en piedra seca, aunque en algunos muros se pueden entrever restos de posible argamasa.

Castillo de Comares

De su segundo hallazgo, el Castillo de Comares, señala que es una construcción de amplios muros que se sitúa en la cima del monte del mismo nombre con una altura de 361 metros sobre el nivel del mar. El fortín de Comares recibe el nombre de un arroyo que tiene su manantial en las faldas de este cerro y que es tributario en la vertiente norte del Retortillo, confluyendo con este cauce en el actual embalse del Águila. Indica Navarro que las trazas constructivas de este monumento muestran signos de sobriedad y sencillez, planta cuadrangular que se adapta a la parte superior del monte. Por otro lado, señala que las pocas fuentes existentes sobre este recinto lo adscriben a usos militares y defensivos, añadiendo que la realidad es que su finalizada pudo ser variada incluyendo el control del territorio, el cobijo y la protección del ganado sin descartar usos habitacionales.

Torre de Casa Fuerte

En cuanto a la Torre de Casa Fuerte, según fotografías aéreas, muestra los trazos de muros de un edificio de planta cuadrada de pequeñas dimensiones con un área de 90 metros cuadrados aproximadamente. Estas características y su emplazamiento en una cresta rocosa de 390 metros de altitud permite pensar, según advierte Navarro, que su situación y uso estaban relacionados con la vigilancia y el control del territorio.

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