La Semana Santa de Lucena espera ser de interés nacional en unos tres años

Una década después, Lucena encara el segundo intento para obtener la declaración de Interés Turístico Nacional en su Semana Santa. Los fundamentos documentales recopilados desde el año 2013 constituyen la base argumental de esta segunda tentativa. A instancias del Partido Popular, el Pleno concibió un acuerdo unánime el pasado mes de marzo y el plazo mínimo estimado es de tres años. El presupuesto del ejercicio 2023 contemplará una primera partida vinculada a un plan de promoción en medios de proyección nacional que supone uno de los requisitos capitales de la orden estatal reguladora de esta catalogación. En este capítulo de difusión, el Ayuntamiento prevé una inversión total de 60.000 euros. El gasto quedará dividido en un plan plurianual de tres cursos.  

En la última sesión plenaria, al contestar una pregunta del grupo municipal popular, Teresa Alonso, concejala de Turismo, exponía que, por los trabajos iniciales emprendidos tras el primer acuerdo plenario del año 2013, la «parte técnica está bastante avanzada y bien montada». La modificación en las condiciones plasmada en la disposición ministerial publicada el 7 de agosto de 2019 obliga a «adaptar algunas cuestiones». Las nuevas aportaciones históricas, antropológicas, turísticas, económicas o sociales procederán de los propios profesionales de la Administración local.

El Ayuntamiento, detallan fuentes municipales, únicamente formalizará la solicitud preceptiva cuando culmine la justificación del desembolso a inyectar en publicidad nacional. Precisamente, en los primeros años de este siglo, la imposibilidad de demostrar el gasto requerido frustró una petición que afloró en la red Caminos de Pasión antes, igualmente, de percibir una ratificación plenaria sin disensiones.

En el año 2009, las Fiestas Aracelitanas, coronadas por la Patrona de Lucena, lograron el reconocimiento ahora deseado para la Semana Santa y que gestiona el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Desde el año 2003, la Pasión lucentina sí asimiló el sello de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Esta distinción autonómica comporta una formalidad previa indispensable para alcanzar la homologación nacional.

La exclusividad de la santería, desde varias vertientes, significa la premisa troncal. Este modo artístico y tradicional de procesionar a los pasos trasciende a otras esferas por su impacto social, en multitud de sectores. Subyacen, igualmente, otros componentes apreciados como decisorios. Entre otros, la antigüedad secular de algunas cofradías o los excelsos legados culturales y patrimoniales. 

Desde el Ayuntamiento entienden que la competencia directa, por su responsabilidad en esta celebración religiosa, recae en la Agrupación de Cofradías. Por tal motivo, encomiendan a esta institución la misión de impulsar una página web. Este sitio digital deberá concentrar múltiples informaciones y el Gobierno central demandará la autentificación de un mínimo número de visitas que evidencien la resonancia nacional de la Semana Santa de Lucena. 

Paralelamente, el Ayuntamiento ya ha solicitado a la Junta de Andalucía que proteja, oficialmente, a la santería como Bien de Interés Cultural, en la categoría de patrimonio cultural inmaterial. En el último mes de mayo, el Pleno acordaba esta petición basada en una memoria redactada por José Pedro Moreno Víbora, concejal de Fiestas, Costumbres y Tradiciones; Manuel Guerrero Cabrera, Antonio Rafael García Oliveros y Antonio Nieto del Espino. Esta costumbre autóctona, de finales del siglo XIX, figura en el Atlas de Patrimonio Inmaterial de la Junta. 

Valor cultural y trayectoria histórica

Aparte de los requisitos principales, el departamento competente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo evalúa otros aspectos para conceder esta declaración de Interés Turístico Nacional. En el apartado del origen, la historia o la antigüedad, Lucena expone la longevidad, de varias centurias, de las corporaciones pasionistas de Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Soledad o El Carmen. 

La memoria explicativa ha de conjugar el valor cultural; la originalidad, anclada en Lucena en la santería y, también, en el sonido y el ritmo propios y la finalidad del tambor, o un atractivo turístico de enjundia. La orden ministerial, por lo demás, pondera el arraigo extendido de la Semana Santa en la localidad, esgrimido en Lucena a través del número de santeros que participan en los desfiles procesionales o la cifra de hermanos que componen las hermandades circunscritas entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección. 

Las bases generales, asimismo, examinan la existencia de equipamientos adecuados de alojamientos y servicios turísticos, para la recepción de visitantes; o el especial cuidado del entorno urbano y monumental, los espacios naturales y de esparcimiento y los componentes paisajísticos.

La página web propia de la Semana Santa de Lucena habrá de traducir su contenido, como mínimo, al inglés, y administrará información sobre alojamientos y servicios turísticos; acontecimientos y colectivos vinculados a esta celebración posterior a la Cuaresma; archivos de fotografía y audiovisuales; un foro y una comunidad virtual; y enlaces a otras comunidades virtuales.

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