Vecinos de Torrecampo, con su alcaldesa, Francisca Alamillo, al frente han concentrado este lunes a las puertas de la sede de Cajasur para protestar por el anuncio de la entidad de cerrar la única sucursal bancaria de la que dispone el pueblo, dejando a más de un millar de personas sin servicios bancarios presenciales.

El cierre está previsto para el mes de diciembre y, según la regidora, "condena a los vecinos, pero sobre todo a las personas mayores de Torrecampo que no saben usar el cajero automático, a tener que desplazarse 10 kilómetros hasta la vecina Pedroche para poder ser atendidos presencialmente en una oficina bancaria y realizar sus gestiones financieras". La alcaldesa ha indicado que la entidad ha informado que mantener la oficina de Torrecampo "no tiene rentabilidad económica". La regidora ha señalado que el Ayuntamiento le ha hecho el ofrecimiento de un espacio municipal para poder seguir prestando el servicio. A juicio de Alamillo, el cierre es "un depropósito".

A la protesta se ha sumado el vicesecretario general del PSOE de Córdoba, Alberto Mayoral, quien ha pedido a Cajasur que cumpla con el acuerdo de inclusión financiera firmado por el Gobierno de España y la patronal de entidades bancarias del país para garantizar que todos los ciudadanos pueden tener acceso a los servicios bancarios "vivan donde vivan".