Justo cuando se cumplen 50 años de la primera excavación en la villa romana donde hacia 1950 fue hallada casualmente el bulto escultórico del dios Mitra, pieza de la que toma el nombre, han comenzado en estas fechas las labores propias del proyecto de consolidación y restauración de sus estructuras arqueológicas.
La inversión de unos 93.000 euros para la puesta en valor de este enclave, gracias a una subvención de la Diputación de Córdoba cifrada en unos 60.000 euros y una aportación municipal de 33.000 euros, permitirá, tras haber sido protegido perimetralmente con la instalación a principios del presente año de un vallado, su puesta en valor para hacerlo visitable.
Estas labores ahora iniciadas harán posible la recuperación de una de las joyas del patrimonio arqueológico de Cabra, junto a la necrópolis neolítica de La Beleña y el complejo palacial ibero del Cerro de la Merced, que dentro de unos meses será visitable tras las excavaciones arqueológicas realizadas en estos últimos años.
La villa romana del Mitra, cuya datación es del siglo III, fue hallado en el año 1952 en las inmediaciones del paraje de la Fuente de las Piedras y fue formalizada la compra de su parcela por el Consistorio en enero del 2018.
En este yacimiento, declarado como Bien de Interés Cultural (BIC), se realizaron dos excavaciones, una en 1972 y otra en la década de los años 80. En él se hallaron las esculturas del dios Mitra, cuyo original se puede ver desde el pasado 17 de noviembre en el Museo Arqueológico Municipal tras ser prestado temporalmente por dos meses por el Museo Arqueológico Provincial, el Niño con liebre, una imagen del dios Dyonisos y otra de un pequeño Eros dormido.
Se trata de piezas escultóricas de gran valor e interés patrimonial, junto a una serie de cinco grandes mosaicos que desde hace años se pueden contemplar en el Museo Arqueológico Municipal y que ahora, gracias a estas labores de consolidación y restauración iniciadas en estos días, se permitirá ver cómo se hallaban in situ en sus estancias mediante la instalación de unas reproducciones en vinilo polimérico sobre soporte rígido, con estructura tubular de acero galvanizado.
Para llegar a ese punto, previamente se han realizado ya unos trabajos que han pasado, entre otros, por desmontar una serie de columnas de mármol y enfoscados de mortero de cemento, que fueron añadidos en el pasado siglo XX , lo que permitirá la restauración de todas las estructuras que conforman el núcleo central de la villa, la consolidación de los muros existentes y la recreación de algunos que se conservan en peor estado.
Estas actuaciones de consolidación darán paso a las propiamente de restauración para proceder a la restitución de los muros, dándoles solidez al objeto de facilitar la correcta interpretación de los espacios. Para ello, la altura restituida no superará la del existente contiguo, no previéndose alturas de más de 50 centímetros. Estas se realizarán con fábrica de ladrillo de tejar, revestida con mortero de cal hidráulica entonada en color terrizo, y para lo que se dispondrá de una chapa de plomo como elemento diferenciador.
Luego se repondrán las ocho columnas del estanque con fuste de piedra rojiza de Cabra, en acabado liso sin pulir de 1,5 metros de altura, ya que las existentes no se ajustan a la medida de las basas y se reintegrarán los pavimentos con lagunas de mortero de cal hidráulica.
Además, se recuperará el trazado del canal de agua con opus caementicium, el hormigón romano.
Esta intervención permitirá la recuperación de esta villa que, fuera de sus límites de propiedad pública, apunta a la existencia de una necrópolis en donde aparecen restos tardorromanos y visigodos e, incluso, la existencia de un edificio de este último periodo, como así lo atestiguan los materiales hallados por los arqueólogos y que podrían ser objeto de futuras intervenciones.
