Cuando se cumplen 70 años de la llegada al Museo Arqueológico Provincial de Córdoba de la escultura de bulto redondo del dios Mitra de época romana, tras indemnizar el Estado a su propietario de acuerdo con la entonces vigente legislación, esta pieza regresa a Cabra en calidad de préstamo temporal para que desde este jueves hasta el próximo 25 de enero, pueda ser conocida por los egabrenses y quienes visiten la exposición en la que se exhibe.
La escultura apareció de forma casual en el año 1950, en el transcurso de unas labores de siembra en una huerta ubicada en el paraje de la Fuente de las Piedras por parte de sus propietarios, Francisco Castro Córdoba y sus hijos, Antonio y Francisco Castro Villar, quienes lo regalaron al secretario del Ayuntamiento, Rafael Moreno de la Hoz, por unos servicios prestados como abogado en un tema relacionado con la propiedad del agua en la mencionada huerta.
La escultura, depositada en una sala de reciente construcción creada para la ocasión tras la ampliación del Museo Arqueológico Municipal, ha sido recibida este jueves por el alcalde, Fernando Priego; el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía, el egabrense Adolfo Molina; el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Eduardo Lucena; la directora del Museo Arqueológico Provincial, María Dolores Baena, y distintos miembros de la Corporación municipal.
El regidor, que califica de "histórico" lo que este momento supone para la ciudad y su patrimonio, ha invitado a los ciudadanos a pasar en estas semanas por el Museo tras presentar una serie de actividades que se van a ir sucediendo hasta el 25 de enero con motivo de esta estancia temporal.
Jornadas académicas con la Universidad de Málaga
El programa arranca la próxima semana con unas jornadas académicas, organizadas con la colaboración de la Universidad de Málaga a través de distintos proyectos de investigación relacionados con las religiones del mundo antiguo. Estas tendrán lugar el viernes 25 y el sábado 26 de noviembre y en ellas se abordarán temas como el culto de Mitra en el Imperio Romano, el politeísmo de los siglos III y IV o la arquitectura de los mitreos, entre otros, a cargo de especialistas y profesores de las universidades Carlos III de Madrid, de Lund (Suecia), de Málaga y de Valencia.
Estas jornadas se clausurarán con una mesa redonda denominada Conversaciones, en la que intervendrá junto a Antonio Castro Villar, uno de los descubridores de la escultura en 1950, Jaime Alvar Esquerra, catedrático de la Carlos III de Madrid que es uno de los más reconocidos especialistas en religión romana y especialmente en la romanización de los dioses orientales, Mitra, Isis y Serapis, Cibeles y Atis, así como en los procesos de transformación religiosa del mundo indígena peninsular en contacto con otros pueblos mediterráneos.
Tras estas jornadas y ya en los meses de diciembre y enero, se sucederán otras actividades como una recreación de un ritual mitraico a cargo del grupo malagueño V Baetica Vexillatio. Traditio Malacitana, unos talleres escolares para niños de 5 a 14 años de edad y unas jornadas didácticas el 12 de enero a cargo del Centro de Profesores Priego-Montilla, finalizando el 19 de enero con una visita guiada a los yacimientos arqueológicos del Mitra y del Cerro de la Merced y el entorno amurallado del barrio histórico de la Villa.
También se contemplan dos conferencias, una a cargo de Antonio Moreno Rosa, director del Museo Arqueológico Municipal sobre la Casa del Mitra, que tendrá lugar el 14 de diciembre en el Museo Arqueológico Provincial y otra, el 13 de enero, por la directora de este último, María Dolores Baena Alcántara, en el museo egabrense y en donde abordará por qué está la escultura del dios Mitra de Cabra en el museo cordobés.
La efeméride que se conmemora ahora se une al 50 aniversario de la primera excavación del yacimiento arqueológico en el que fue hallada la escultura del Mitra Tauroktonos del siglo II d.C. Se trata de un ejemplar excepcional por su talla y por ser de bulto redondo, siendo la única figura completa y en bulto redondo conocida en la Península Ibérica. Tiene 93 centímetros de alto, 35 de ancho y 96 de largo.
La figura representa al dios con el atuendo oriental común, al modo persa: pantalones largos ceñidos en los tobillos, túnica corta, clámide atada al cuello y gorro frigio. El joven somete al toro sujetándolo por el morro mientras hunde la daga en su cuello y gira la cabeza para mirar al Sol. De la sangre purificadora que brota del toro bebe el perro, fiel amigo de Mitra, que guarda el alma. La serpiente a los pies de Mitra produce las plantas y el alacrán devora sus testículos de los que nacen los animales y las personas.
