Diario Córdoba

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ENTREVISTA Ana Sánchez Herrador 'Anaponf' Diseñadora

«Con pasión, ganas y esfuerzo se puede alcanzar cualquier meta»

«Cualquier pasarela es un reto, pero la Madrid Fashion Week requiere de muchísimo trabajo», indica

Ana Sánchez Herrador posa junto al edificio de La Tercia, en la Plaza de la Rosa de Montilla. José Antonio Aguilar

Pese a contar con solo 24 años, la joven montillana Ana Sánchez Herrador, más conocida como Anaponf, ya ha conseguido labrarse un nombre propio en la compleja industria de la moda. Y hace poco más de un mes veía cumplido uno de sus grandes sueños: desfilar en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid junto a diseñadores ya consagrados como Duyos, Pedro del Hierro, Malne, Hannibal Laguna o Andrés Sardá.

Pero su vocación se remonta varios años atrás, concretamente, a 2016. Cuando alcanzó la mayoría de edad, Ana Sánchez decidió iniciar sus estudios superiores en Diseño de Moda en la Escuela de Arte de Cádiz. Cuatro años después, y en el marco de su trabajo final de carrera, se presentó al certamen Code 41 Talent, en el que logró alzarse con el segundo premio que concedía la Escuela Superior Sevilla de Moda, un reconocimiento que le abrió las puertas a participar en la Semana de la Moda de Sevilla del año 2020.

Tras esta primera experiencia, en la que consiguió granjearse las mejores críticas de la prensa especializada y del público, Ana Sánchez regresó en marzo de 2021 a la pasarela de la capital hispalense para participar en la Semana de la Moda de Sevilla aunque, esta vez, no como joven promesa sino como diseñadora profesional.

En proceso de «constante aprendizaje y crecimiento», esta joven montillana se esfuerza cada día por perfeccionar su técnica y por afrontar nuevos y ambiciosos proyectos, tanto conceptuales como comerciales, utilizando para ello las técnicas más novedosas del sector. Y es que Ana Sánchez reconoce que su crecimiento profesional se resume en un «cambio de visión y de concepto», que transita desde la moda clásica y la alta costura de Chanel o Dior, a su evolución hasta diseñadores como Rei Kawakubo o Tom Browne que, en la actualidad, conforman sus principales referentes.

«En Montilla hay talento en sectores creativos en los que existen pocos referentes locales»

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Su paciencia, su constancia y su pasión representan los motores que le han impulsado a desarrollarse en el complejo mundo de la moda como forma artística de expresión. Y a pesar de las dificultades que ofrece el mercado actualmente para poder hacerse con tejidos renovados o adquirir pedidos desde determinados puntos del planeta afectados ahora por la guerra de Ucrania, afronta el futuro con optimismo y, de hecho, sostiene que «no debemos rendirnos: hay que tener ambición».

Además, junto a su pareja, el diseñador malagueño Álvaro Calafat, que también da nombre a una prometedora firma de moda, Ana Sánchez Herrador saborea todavía el frenético ritmo de trabajo que le supuso participar, a mediados de septiembre, en una de las pasarelas más importantes del mundo, una cita en la que llegó a estar acompañada por el alcalde de Montilla, Rafael Llamas.

Hace mes y medio llegó a desfilar con su firma Álvaro Calafat en la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid. ¿Ha tenido tiempo de digerir la buena acogida que el público y la prensa especializada brindaron a su colección?

Lo cierto es que aún estoy como en una nube, ya que fue una experiencia para la que habíamos trabajado con todo el cariño, poniendo todo el esfuerzo y toda la pasión del mundo. Y comprobar después del show a todo el público aplaudiendo, así como las críticas tan positivas que recibimos, fue todo un orgullo que, sin duda, superó nuestras expectativas.

No era su primera pasarela. De hecho, ya había participado anteriormente en dos ediciones de la Semana de la Moda de Sevilla, primero como estudiante y, posteriormente, como diseñadora profesional. ¿Se vive de forma muy diferente a la hora de plantear la colección o el desfile?

Cualquier pasarela representa un reto personal y profesional, pero es cierto que participar en la Madrid Fashion Week requiere, además, muchísimo trabajo porque, en nuestro caso, desfilamos al mismo nivel que diseñadores ya consagrados, por lo que la responsabilidad era aún mayor. Y poca gente ajena a este mundo sabe que para llegar hasta este punto, que en realidad se resume en apenas veinte minutos de desfile, han sido necesarias muchas caídas en el camino y mucho empeño para levantarse cada vez con el mejor ánimo y la mayor ilusión.

En esta ocasión decidió compartir protagonismo con su pareja, Álvaro Calafat.

Así es. Yo empecé mi carrera como diseñadora en solitario en 2017, pero Álvaro y yo siempre trabajábamos juntos y colaborábamos en nuestras colecciones. Por eso, finalmente decidimos apostar por unir nuestro talento en una sola marca, Álvaro Calafat, que estaba más consolidada. Y he de reconocer que en estos años hemos trabajado sin descanso, cada uno por su camino y los dos juntos, para ver cumplir nuestro sueño de desfilar en Madrid.

Y ya que ha vivido la experiencia de primera mano. ¿Podría decirnos qué se esconde detrás de un desfile de apenas veinte minutos?

La colección 3LeMorte, que así se denominaba, ha supuesto todo un año de trabajo. De hecho, cuando comenzamos a diseñar las prendas que mostramos en la pasarela, yo estaba en Madrid estudiando, así que fue una locura patronar y diseñar a distancia.

Y pese a residir en la capital de España, apostaron por ubicar el taller central de Álvaro Calafat en Alhaurín de la Torre, a menos de veinte kilómetros de Málaga. Da la sensación de que hay cierta tendencia a elegir el ámbito rural entre los nuevos diseñadores, como ocurre con Palomo Spain. ¿Considera que es más fácil lanzar una firma desde municipios más pequeños?

Desarrollar una marca puede hacerse desde cualquier sitio, de hecho, trabajar en un pueblo ofrece muchas ventajas, ya que, por ejemplo, es más económico tener un taller y nos permite trabajar en un ambiente familiar en el que nos ayudamos unos a otros. Pero también es cierto que hay que lidiar con ciertas limitaciones en el día a día. No obstante, no tenemos más remedio que reconocer que para poder crecer como marca, y más teniendo en cuenta nuestro estilo, tendremos que instalarnos en una gran ciudad, con un ambiente más cosmopolita.

Hace dos años fue nombrada «embajadora» del Plan para la Reactivación Socioeconómica del Ayuntamiento de Montilla. ¿Qué supuso esa experiencia?

Pienso que se trata de una iniciativa muy positiva porque, en mi caso, cuando empecé a estudiar Diseño de Moda, no tenía referentes cercanos en este sector y me gusta pensar que, a raíz de esa participación como «embajadora» del Plan #Remontamos, pude convertirme en referente cercano para quienes quieran dedicarse al mundo de la moda. En Montilla hay talento en sectores creativos en los que existen pocos referentes a nivel local, pero con pasión, ganas y esfuerzo se puede alcanzar cualquier meta.

¿Cuáles son los próximos proyectos de Álvaro Calafat?

Ahora mismo estamos volcados en nuestra web porque, además de seguir sacando diseños, es fundamental vender. Con respecto a las pasarelas, seguiremos apostando por Madrid y, de hecho, ya estamos trabajando en la nueva colección. Pero poco a poco.

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