La escultura del Cristo de la Columna de Lucena se someterá, desde el próximo mes de noviembre, a su primera intervención integral en tres siglos y medio de historia. Los hermanos de la cofradía lucentina han acordado por unanimidad encomendar al prestigioso especialista artístico Pedro Manzano, de Sevilla, una restauración dividida en dos fases.
La corporación radicada en la parroquia de Santiago Apóstol califica de «histórico» el acuerdo adoptado en una junta general extraordinaria celebrada este último miércoles.
La obra cumbre del imaginero Pedro Roldán, datada en 1675, es uno de los máximos ejemplos del barroco andaluz.
A continuación de la obtención del beneplácito del Obispado de Córdoba, la imagen será trasladada a Sevilla, al taller de Pedro Manzano, quien, en su extensa y acreditada trayectoria, ha restaurado a Jesús Nazareno de Priego de Córdoba y a los dos titulares de la Hermandad de la Esperanza de Triana de la capital hispalense.
En una primera fase, programada en unos tres meses, los trabajos consistirán, con un carácter conservativo, en eliminar los daños existentes tanto en el plano estructural como en el funcional. El Cristo de la Columna regresará a Lucena a comienzos del 2023 para los cultos ordinarios, la Semana Santa y los actos extraordinarios del centenario fundacional de la hermandad. Posteriormente, Pedro Manzano dirigirá, también, una segunda fase sustentada en la aplicación de tratamientos de restauración que contribuyan a la restitución material y presentación estética de la imagen.
Por consiguiente, un año después de acceder a su nueva responsabilidad, el hermano mayor, Javier Sánchez Cruz, y su junta de gobierno cumplen uno de sus principales compromisos adquiridos al presentar la candidatura.
