«¡Había tantas ganas!». Esa fue la expresión unánime al inicio de las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de Belén Coronada. La patrona, que recibirá el bastón de mando como alcaldesa perpetua de Palma del Río el día 8 de septiembre en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, cruzó el histórico puente de hierro sobre el Guadalquivir, recuperando tan esperado momento, tras la pandemia.

La patrona, ocupando su templete, diseñado por el palmeño Javier Ruiz Cabrera, sobre su carreta tirada por bueyes y acompañada por una multitud, llegó a Palma del Río, a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, en popular romería. La jornada en el santuario se abrió con la tradicional misa de romeros, tras la llegada de los simpecados de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, así como hermandades filiales y amigas de Mesas de Guadalora, Céspedes y Gibraleón, que por cierto visitaron a los abuelos de la residencia San Sebastián.

Caballistas, con la Asociación Pepe el Bodega, carrozas y carriolas, junto a la patrona ataviada con manto verde y saya de coronación. Entre los adornos, lucía broches con forma de naranjo y flor de azahar en complicidad con Palma y sus hortelanos. 

El cortejo rindió honores a la patrona en la plaza Mayor de Andalucía antes de entrar en la Asunción. En la antesala de la romería hubo pregones juvenil y mayor, a cargo de María Teresa Regal y José González, respectivamente. El día 8, las campanas de la Asunción sonarán a las cero horas y se abrirán las puertas del templo en un primer saludo a la Virgen ilustrado musicalmente por la tuna palmeña.