Primer homenaje perenne a un alcalde de la etapa democrática en Lucena. El nombre de Antonio Ruiz-Canela Evangelista, primer edil del PP entre 1995 y 1999, se refleja en la denominación del Pabellón Polideportivo, una infraestructura municipal que inauguró el propio Ruiz-Canela, farmacéutico de profesión, el 5 de junio de 1999, en sus últimos días como regidor de su municipio.

La rotulación oficial de este equipamiento público cierra una sucesión de cuatro tributos concedidos por el Ayuntamiento lucentino, en otros tantos edificios, a políticos del PSOE y del PP ya fallecidos. Desde la dedicación a Rosa Muñoz Cañete de la Biblioteca; al recuerdo perpetuo de Manuel Lara Cantizani en el Auditorio Municipal; o la inscripción del nombre de Araceli Carrillo en la Escuela de Música y Danza. La pretensión del Consistorio es continuar con la aprobación de reconocimientos, de similar naturaleza, a personalidades relevantes de la sociedad local en las últimas décadas.

El alcalde, Juan Pérez, realzaba “la bondad, la generosidad y el compromiso”, en múltiples esferas, del último regidor del PP en Lucena. En su intervención, Pérez afirmaba que “pocas personas han expuesto una entrega y un sacrificio de tanta intensidad” en el municipio. Para el actual alcalde lucentino, este recuerdo permanente entraña un “acto de justicia” que recae en Antonio Ruiz-Canela y, también, en “tantas personas que como él han dado mucho por esta tierra”. Insistía Juan Pérez en elogiar el “tiempo que ofreció a Lucena Ruiz-Canela, consiguiendo aquellos objetivos que se programó”.

Una exhibición del Club Lucentino de Gimnasia y la representación de usuarios del Servicio Deportivo Municipal se intercalaron en un emocionante y cuidado acto que congregó a un nutrido público. Aparte de una extensa representación de su profusa familia, asistieron numerosos concejales de la corporación y, también, el presidente del PP de Córdoba, Adolfo Molina. 

Antoñita López Moscoso, esposa de Antonio Ruiz-Canela, fallecido el 7 de septiembre del 2000, reiteraba “el gran honor y la satisfacción” que significaba para la familia la distinción brindada por el Consistorio y la ciudad y agradecía “el cariño que le tenía a mi marido toda Lucena”. Su figura humana, familiar y empresarial también la evocaron su hermana, Teresa Ruiz-Canela, concejala del PP en varios ciclos, y su hijo Gaspar.