La escasa recuperación de los depósitos municipales de agua de Lucena impide todavía suavizar las limitaciones en el abastecimiento. Al menos en este fin de semana, continúan las tres franjas horarias –mañana, tarde y noche- de reducción de la presión. Una medida, a priori equitativa, que, en numerosas calles, significa la paralización absoluta del agua corriente.

El consejo de administración de Aguas de Lucena, reunido este viernes a primera hora, ha decidido mantener esta restricción principal hasta cotejar un 50% de volumen hídrico en los depósitos o, en términos numéricos, dos metros. Con los datos de este viernes, El Cahíz computa 1,60 metros y La Calzada ha aumentado su altura hasta los 1,04 metros.

Superada la avería del jueves, los índices testados a la mañana siguiente redundaban en un cauto optimismo. La consejera delegada de Aguas de Lucena, Mamen Beato, concejala del equipo de gobierno socialista, ha admitido que «hemos amanecido bastante bien» y auguraba, al mismo tiempo, que «el lunes podríamos estar bastante mejor».

En cualquier caso, el Ayuntamiento alargará la contracción de la fuerza del abastecimiento en el tramo nocturno –de 23.30 a 06.00 horas- al objeto de intensificar las provisiones frente a eventuales incidencias. De consolidarse la buena dinámica, favorecida por «el consumo responsable», primero se eliminarían la bajada de la presión en los intervalos matinal –de 11.30 a 14.00 horas- y vespertino –de 16.00 a 20.30 horas-. 

El Consistorio suspende riegos y baldeos con agua potable; realizará una búsqueda intensiva de fugas en la red municipal; y afrontará una campaña de detección de fraudes y usos indebidos de los recursos hídricos. Además, queda prohibido verter en las piscinas agua potable. Unas normas que sí contienen excepciones como, por ejemplo, este fin de semana puesto que operarios municipales utilizarán agua contra «los puntos negros» en la Feria de San Francisco y su entorno a fin de eludir «peligros» para la salud pública.