Después de tres intensos días de Olimpiadas Rurales de Los Pedroches y tras disputarse en la mañana de este domingo las últimas pruebas del pingané, la comba y los cántaros, el equipo Los Becerros Olímpicos, de Pozoblanco, se ha proclamado ganador de esta edición del 2022, en la que se recuperaba esta cita multitudinaria, con 48 equipos y más de mil participantes en Añora.

La recta final estuvo apretada y el porteo de cántaros fue la prueba decisiva. La Fábrica Noriega, de Añora y de Dos Torres, con 616 puntos, fueron segundos, mientras que en tercer lugar quedaron los integrantes de La Cabaña, también de Añora y de Dos Torres, con 564 puntos. Cuartos fueron Montillanos y quintos Los Remendaos

El equipo ganador, que reunió 632 puntos, se lleva 1.000 euros, un fin de semana en dos casas rurales del Parque San Martín y el adoquín más grande. Los segundos consiguen 500 euros, dos casas rurales y un adoquín grande. Para los terceros se entregan 400 euros, el albergue de San Martín y un adoquín grande. Los cuartos y los quintos son premiados con 300 y 200 euros, respectivamente.

Pese al calor en esta edición, ha destacado la gran cantidad de público que ha presenciado las pruebas. También desde la organización del Ayuntamiento de Añora subrayan el elevado nivel que han ofrecido las mujeres, en especial en pruebas como carretilla, piola, cucaña y mizos. Por otra parte, ha habido un apreciable incremento del nivel en cuanto a tiempos y preparación, que podría achacarse al parón de dos años de pandemia y a una mayor capacidad de preparación por parte de equipos que tenían menor experiencia pero cuyas marcas han crecido exponencialmente.

El alcalde de Añora, Bartolomé Madrid, ha felicitado «por encima de todo el comportamiento cívico de todos los participantes, porque una concentración de personas de estas características ha terminado sin incidentes y con la máxima de la diversión desde el respeto y la moderación». Madrid ha señalado que «una vez más ha quedado demostrado que el mundo rural, cuando se incentiva, cuando se respeta y cuando se potencian sus valores es una fuente inagotable de vida y de recursos», y demandó más atención para los pueblos, para sus tradiciones y para sus gentes. Las Olimpiadas terminaron con una paella de hermandad.

Una de las participantes en un equipo ha sido Ana Blasco, delegada de Deportes de la Diputación de Córdoba.