Habitantes de la localidad de llegada: 2.256 (en 2021).

Dormir (convenio con la Federación del Camino): Albergue Municipal de Peregrinos (692718918). De 8.00 a 15.00. Abre tras el verano.

Comer: El Palomar, El Hogar, bar de Lucas, Pizzería El Sótano, entre otros.

Información al peregrino presencial: En el albergue.

Transportes Autobuses: Alsa, Doblado, Carrera.

Taxis: David (607941171), Alfonso (607250035), Alonso (630597908).

Policía Local: 629718918).

Ayuntamiento: 957597128.

C. de salud: De 8.a 15 horas. 957597128.

Seguridad: APP Alertcops.

Cortísima etapa para entrar en la provincia de Córdoba desde el ramal de Málaga del Camino Mozárabe, con solo 5,69 km de trayecto, aunque con una subida constante de 150 metros, especialmente en la segunda parte de este tramo. Y sin querer animar al peregrino a que haga en un solo día las dos etapas oficiales ante de entrar en la provincia (Villanueva de las Algaidas-Cuevas Bajas, que por cierto tiene una impresionante cantidad de hitos históricos que no hay que perderse, y la de Cuevas Bajas-Encinas Reales), también hay que advertir que la siguiente etapa, hasta Lucena, son algo más de 20 kilómetros y que no está de más calcular las fuerzas para seguir camino, sobre todo si es en una época de calor.

Disfruten del camino desde Cuevas Bajas, paralelo a la antigua vía romana Corduba-Malaca, saliendo de la localidad por la calle Real y siguiendo las flechas amarillas ya en el Camino de las Encinas, como se le llama, y, tras cruzar el Genil, tomar el Cordel de los Espartales para entrar con una fuerte subida por la calle Virgen de los Dolores en Encina Reales.

Cuevas Bajas-Encinas Reales

El peregrino puede disfrutar de una localidad oficialmente joven, de 1836, cuando agricultores desplazados desde Lucena se independizaron, pero que ya existía en el siglo XVII, con una impresionante iglesia, entre el barroco y el neoclásico, de la Expectación, que tardó dos siglos en construirse. Incluso, se puede retroceder más en la historia y citar el cercano yacimiento romano de Las Mesillas, cerca de donde se supone que estaba la mansio (parada romana) de la vía entre Córdoba y Málaga de Ad Gemella. En todo caso, la historia de Encinas Reales es sorprendente para el peregrino que quiera observar y soñar con el pasado, y todo ello desde el mismo nombre, «Encinas Reales», que da cuenta de su categoría e independencia de casas nobles y también de otro topónimo originario: «Encinas Ralas» (encinas escasas), constatación del semidesierto que fue en una época cuando en las guerras entre reinos se incluían en las campañas a más leñadores que soldados para arrasar frutales y bosques. La guerra medioambiental se inventó hace mucho.

Una antigua marca en un roca para guiar a los peregrinos

Desde entonces, sin embargo, Encinas Reales va floreciendo (incluso aumentado su población en las últimas décadas), con sus olivares, proyectos de todo tipo y un patrimonio que no se limita a la iglesia de la Expiración (incluido el retablo y la pintura, escultura y orfebrería) o a la ermita de Jesús de las Penas, también con rincones populares y calles encaladas.