Las futuras campañas de investigación en la Cueva del Ángel de Lucena se posponen, al menos, hasta el próximo verano, un plazo calificado de «difícil» por el alcalde de la ciudad, Juan Pérez.
Las previsiones más razonables apuntan al año 2024 para retomar los trabajos porque el nuevo equipo de la Universidad de Córdoba debe configurar un proyecto general plurianual, un documento de sobresaliente enjundia y extenso volumen. Con anterioridad, resulta indispensable efectuar un diagnóstico.
El regidor lucentino ha vuelto a defender la “clara solvencia” del departamento de Arqueología de la Universidad de Córdoba y reiteraba que el itinerario emprendido, ahora, por el Consistorio comporta un “proceso adecuado”. Sin descartar la integración de miembros del anterior equipo de investigación en el siguiente organigrama, sí le niega a la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana la potestad de «influir y determinar» en la elección de los grupos técnicos que afrontarán las posteriores intervenciones en el yacimiento arqueológico de la Sierra de Aras.
Hace unos días, profesores de la Universidad de Córdoba (UCO) celebraron una reunión con miembros de la Corporación Municipal lucentina a fin de afinar propósitos y despejar incógnitas. La reunión a tres bandas, con la Fundación, la UCO y el Ayuntamiento sigue descartada desde el equipo de gobierno municipal. Pérez ha recordado que el anterior equipo continúa sin aportar a la Junta de Andalucía los materiales hallados en este recinto del Pleistoceno Medio.
Entre las actuaciones previas imprescindibles se puede citar, por ejemplo, el expediente relativo a la nueva cubierta, que permanece en el negociado de Contratación del Ayuntamiento y el alcalde confía en una «pronta» licitación y ulterior ejecución.