El buen samaritano, la obra de Aimé Nicolas Morot, bajo los pinceles de la palmeña María José Luque, dará la bienvenida en la nueva sede de Cáritas Interparroquial de Palma del Río. Un óleo sobre lienzo de grandes dimensiones, 200x150 centímetros, en el que para los párrocos de Nuestra Señora de la Asunción y San Francisco, Francisco Gámez y Gabriel Castilla, "la autora ha plasmado lo que es Cáritas, dedicación a los demás" y "es un símbolo de Cáritas que hay que trasladar a la sociedad, al mundo de hoy. Es una salida de ternura, misericordia, justicia y dignidad".
Para la pintora, "Cáritas significa combatir la pobreza, exclusión, intolerancia y discriminación". Luque no oculta la gran responsabilidad de plasmar, bajo la obra de Morot, una representación para la sede de Cáritas. Nicolás Valbuena, delegado interparroquial de Cáritas, afirma que "será lo primero que se vea al entrar en la nueva sede, para que nos recuerde a todos nuestra labor". La obra pictórica representa una mirada a la parábola del buen samaritano relatada en el Evangelio de Lucas.
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, anunciaba en mayo del 2020 que Cáritas Palma del Río contaría con un nueva sede. Actualmente se ultima este proyecto en un bajo comercial de la calle Sol, cercano a la parroquia de San Francisco, que está previsto que se inaugure en octubre.
Cáritas Interparroquial, en un último informe de gestión, explica, como miembro de Solidaridad Palmeña de Alimentos, que este banco de alimentos local ha entregado 96 lotes en el mes de mayo, en abril fueron 125, en marzo 118, febrero se repartieron 109 y en enero 45 lotes de alimentos. Para Cáritas, estas cifras están en consonancia con datos anteriores a la pandemia. Por otro lado, Cáritas atiende desde su labor social un programa de atención primaria con ayudas para farmacia, luz, alquiler, gafas, enseres o butano, la más cuantiosa aparece en el concepto de luz con un total de 1.8054 euros, seguida de Solidaridad Palmeña de Alimentos con 1.764 euros y alquiler con 848 euros.
