Diario Córdoba

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SEGUNDA SESIÓN DEL JUICIO

El móvil y el uso de los cajeros fueron claves para localizar al acusado del crimen de La Chica Carlota

La Guardia Civil halló ADN del encausado y la víctima en la carretilla

Los dos acusados, a la derecha, en la primera sesión del juicio. AJGONZALEZ

La geolocalización de los móviles de Juan Carlos Rodríguez Borrego y los movimientos bancarios hechos por sus tarjetas de crédito una vez desaparecido, resultaron elementos fundamentales para localizar a Pedro G, presunto autor de los hechos y que, junto a Joaquín R, están siendo juzgados por el presunto asesinato del primero, en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ante un jurado popular, en el caso conocido como crimen de La Chica Carlota.

En la segunda jornada del juicio han prestado declaración algunos de los agentes de la Guardia Civil que participaron en la búsqueda de Juan Carlos y el esclarecimiento de su desaparición, después de recibirse la denuncia por la misma. 

Uno de los indicios que apuntaban hacia una desaparición forzada fue encontrar la casa del desparecido con algunos destrozos, como cristales rotos, así como detectar que el hombre (enfermo mental) no se había llevado ropa ni enseres necesarios, como sus gafas. Sin embargo faltaban el coche, los móviles, la documentación y otros objetos. La investigación se centró en la localizar los teléfonos que, aunque fueron desconectados el 4 de septiembre del 2017, fueron usados el día 14 para contactar con un banco. Para este mismo fin se usaron varias veces. 

Por otro lado, la pista el IP de los terminales, llevaron hasta un locutorio de Madrid, donde los había entregado una persona, descrita por el responsable como la que aparece en las fotos que le muestran los agentes, de las cámaras de los bancos donde ya había sacado dinero, y que resultaron ser de Pedro G., un hombre con antecedentes diversos, entre los que figura el robo de una reliquia en el Valle de los Caídos.

La tercera vía de localización se centró en el coche del desaparecido que fue localizado en Alhambra, Ciudad Real, de donde es natural Pedro G, que poco después fue detenido al conducir dicho coche e identificarse como Juan Carlos Rodríguez, más tarde como un ciudadano colombiano y finalmente con su propio nombre.

Ante esta situación, se decide registrar su domicilio y en él encuentran la documentación del desaparecido y algunos de sus objetos, así como armas diversas y vestuario de cura. Además, han señalado los agentes que han testificado que cuando se le preguntaba por Juan Carlos aseguraba que se había ido a Colombia con una mujer.

Como algunas de las localizaciones del móvil le situaban en la zona de la Chica Carlota en las fechas de la desaparición de Juan Carlos, la Guardia Civil investiga el domicilio de éste, donde se encuentra la carretilla y las herramientas compradas en Valdepeñas, además, se identificaron muestras de ADN en la casa y en la carretilla, donde los restos hallados correspondían al investigado y a la víctima. Ante la falta de resultados sobre la persona desaparecida, la Guardia Civil solicitó al juez de Posadas levantar toda la casa, en cuyo patio fue encontrado el cuerpo.

Por otro lado, en los testimonios de los agentes se ha explicado que en los chequeos del ordenador del fallecido y los móviles se han podido encontrar correos en los que Juan Carlos explica al abogado Joaquín R. (segundo acusado) que ya había hablado con Felipe (nombre usado por el acusado cuando estaba con la víctima) y que además, entre los extractos bancarios había una provisión de fondos para pagar al investigador. Asimismo, los agentes pudieron comprobar que se produjeron 447 conexiones entre el teléfono del acusado y el del abogado (también acusado), aunque éste no estuvo nunca en La Chica Carlota, según las investigaciones realizadas.

Otra de las cuestiones apuntadas por otro agente, es que por medio de los emails enviados por Juan Carlos a su abogado se puede ver, según este guardia, claramente que aquél era un enfermo mental por los comentarios que vertía y porque había enviado documentos médicos y de incapacidad, informando además de la cuantía de su pensión.

En la sesión de tarde han continuado las declaraciones de los agentes que han participado de alguna manera en la investigación, entre ellos, los que hallaron el cuerpo en la casa de la Chica Carlota.

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