El espíritu y la importancia que Cabra tuvo durante la Edad Media vuelven a vivirse de nuevo durante este fin de semana, ya que desde la noche del pasado viernes y hasta el domingo, como viene sucediendo desde el año 2002 ininterrumpidamente, salvo los dos últimos años en los que como consecuencia de la pandemia del coronavirus tuvieron que suspenderse, las fiestas medievales del histórico barrio de la Villa se viven en cada uno de sus rincones.
La cita se celebra en el enclave primigenio de la ciudad de la Subbética, donde la presencia humana está atestiguada desde el Paleolítico. La organiza la asociación de vecinos San Rodrigo, con la colaboración del Consistorio a través de su Delegación municipal de Feria y Fiestas y comenzó con la presentación de su reina, Vanesa Madero de los Reyes, y sus damas, Arantxa María González Toro y Claudia Tarifa Arévalo, en las inmediaciones del Castillo de los Condes de Cabra y de la iglesia parroquial de la Asunción y Ángeles. Después se dio paso a un pasacalle multicolor previo a un programa de actividades que culmina el domingo.
Esta edición, la decimonovena, con actividades más de calle que de escenario, permite disfrutar al visitante no solo de un buen número de talleres, tenderetes de artesanos y productores agroalimentarios, sino también de diversos juegos, actuaciones musicales, exhibiciones de cetrería, justas de caballeros y actuaciones en la calle. La mayor afluencia se ha dado por la noche, cuando bajan las altas temperaturas que se registran estos días y se ha podido disfrutar del encanto y de la magia de este lugar emblemático de Cabra a través de un ambiente imbuido de aquel espíritu que reinó en sus calles y edificios históricos. Además, algunas de estas ubicaciones como el Castillo de los Condes de Cabra, cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural. Por cierto que gracias a la asociación cultural Argamasa, la cofradía escolapia del Buen Fin y la propia asociación de vecinos se puede conocer de cerca el castillo a través de una serie de visitas guiadas teatralizadas donde se recrean algunos de los episodios históricos vividos entre sus muros desde hace más de seis siglos. El Castillo de los Condes de Cabra se asentó sobre una anterior fortaleza árabe y es allí donde nació en 1377 Enrique de Castilla, hijo bastardo de Enrique IIde Castilla y para el que creó el condado de Cabra.
