La Empresa Provincial de Residuos y Medio Ambiente (Epremasa) pone en marcha una campaña para promover el compostaje de residuos orgánicos domésticos, con el objetivo de convertirlos en compost, materia orgánica similar al mantillo que hace más fértil el terreno y proporciona nutrientes a las plantas.

 Su presidente, Francisco Palomares, explica que “se trata de hacer partícipe a la ciudadanía de la reducción y reutilización de los residuos, para lo que comenzaremos con una prueba piloto en la que distribuiremos más de 300 compostadoras a varios municipios de la Subbética, el Alto Guadalquivir y la Campiña Este”.

 Para Palomares, “se trata de reducir la generación de residuos orgánicos, así como de impulsar las estrategias de reutilización y reciclaje de los residuos en los hogares y favorecer la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la concienciación ciudadana en la lucha contra el cambio climático” .

“El proceso de compostaje es sencillo, pero requiere de algunas indicaciones, por lo que se desarrollarán talleres, juegos y sesiones de show cooking en los municipios que recibirán los contenedores para facilitar su implantación”, matiza Palomares. “Los asistentes a estos encuentros tendrán prioridad a la hora de adjudicar las compostadoras”, añade.

 Una compostadora es un recipiente que se sitúa al aire libre (en un jardín o terraza) donde se depositan los residuos orgánicos del hogar (restos de cocina y hasta papel, cartón y tejidos de fibras naturales), junto a deshechos vegetales de jardín (hojas, césped y restos de poda).

En estos recipientes, la acción natural de bacterias, hongos y pequeños invertebrados como lombrices y escarabajos van transformando los residuos en el compost, que puede volver a la tierra del jardín de forma totalmente segura fitosanitariamente para mejorar los suelos y alimentar las plantas, en un ejemplo de cómo los principios de economía circular se pueden trasladar al hogar.