El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) ha lanzado este miércoles a consulta pública una propuesta para la declaración de 67 reservas hidrológicas en todo el país, entre las que se incluyen 26 nuevas reservas naturales fluviales y, por primera vez, 19 reservas naturales lacustres y 22 reservas naturales subterráneas.

Entre esas propuestas se encuentra para convertirse en reserva natural fluvial el río Bailón al objeto de proteger los 7,76 kilómetros de su cauce que discurre entre la sierra de Cabra y Zuheros por el Parque Natural de las Sierras Subbéticas ya que es un ejemplo representativo de los ríos mineralizados de baja montaña mediterránea de la cuenca del Guadalquivir.

El régimen hidrológico es pluvial mediterráneo, presentando normalmente un cauce superficial seco, salvo pequeños charcos ligados a surgencias naturales, hasta que llega la época lluviosa, en la que el agua vuelve a circular por el cauce.

El río Bailón se infiltra desde su cabecera, produciéndose un encharcamiento debido a la existencia de una lámina de margas impermeables que mantienen el nivel freático próximo o superior al fondo de la llanura. Este encharcamiento alimenta al río Bailón, que discurre subterráneamente a través de un sumidero o ponor hasta llegar al desfiladero, donde comienza a fluir, unos 2 kilómetros aguas abajo, debido a los aportes de su correspondiente cuenca. El curso fluvial del Bailón atraviesa los cerros de la sierra Subbética, conformando un valle confinado en forma de v más o menos cerrada, creando un impresionante cañón con paredes verticales entre plataformas calcáreas, produciéndose fenómenos de disolución que originan un paisaje kárstico.

La acción erosiva del curso fluvial ha ido socavando la roca caliza, cuyos bloques conforman el lecho del torrente, mientras que los flancos evolucionan más lentamente. El río discurre con una estructura longitudinal de rápidos y saltos ocasionados por los bloques y cantos presentes en el cauce. Actualmente, el cañón está seco la mayor parte del año, salvo en algunos puntos donde surgencias puntuales procedentes de las interconexiones del cauce, permiten el mantenimiento del agua en algunos tramos, donde se desarrolla una mayor vegetación.

La vegetación ribereña del río presenta gran diversidad a lo largo de su curso fluvial debido a la lámina de agua presente. En el tramo de cabecera como consecuencia del encharcamiento da lugar a un manto de inundación que presenta menor cobertura vegetal estando dominado por herbazales y pastizal. En el tramo medio, domina el matorral y una cubierta arbórea de encinar (Quercus ilex), poco denso, acompañado de quejigos (Quercus faginea) en algunos sectores. En las zonas del cauce con fuentes o manantiales, aparece el estrato arbóreo ripario, principalmente constituido por fresno (Fraxinus angustifolia), pero también sauce (Salix sp.), almez (Celtis australis), majuelo (Crataegus monogyna) e higuera (Ficus carica), correspondiéndose con la zona próxima al cañón del río Bailón.

En definitiva, se considera que el río Bailón mantiene una importante representatividad y un alto grado de naturalidad que otorgan a este curso fluvial de un paisaje de gran belleza y singularidad hidromorfológica que le hacen merecedor de ser declarado como Reserva Natural Fluvial.

La propuesta, estará en consulta pública hasta el próximo 26 de mayo y posteriormente se someterá a informe de los Consejos del Agua de las Demarcaciones, del Consejo Asesor de Medio Ambiente y del Consejo Nacional del Agua y, tras el análisis de alegaciones, se aprobará mediante Acuerdo de Consejo de Ministros y se integrará en el Registro de Zonas Protegidas de cada demarcación hidrográfica.

Escenarios de seguimiento del cambio climático

Al ser espacios con escasas presiones por parte del ser humano, las reservas hidrológicas constituyen un escenario inmejorable para evaluar los efectos que el cambio climático está teniendo en los ecosistemas fluviales, lacustres, y aquellos asociados a masas de agua subterránea.

Actualmente, el Miteco trabaja en la implantación de una red de seguimiento del cambio climático en cada uno de los tres tipos de reservas hidrológicas, en las que se llevarán a cabo análisis de gabinete y campo para evaluar los cambios en variables meteorológicas, hidrológicas, hidrogeológicas, morfológicas o de vegetación de ribera, entre otras.

Desde su declaración, el Ministerio ha invertido más de 5,5 millones en el desarrollo de las medidas de conservación y mejora. En estos momentos dispone de una inversión en ejecución de 3,8 millones y está preparándose la ejecución de una inversión próxima a los 14 millones en el marco del Fondo de Recuperación, Transformación y Resiliencia.