Diario Córdoba

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TURISMO EN SEMANA SANTA

Caminos de Pasión, otro gran sendero por la provincia de Córdoba

Cinco municipios cordobeses forman parte de esta propuesta de cultura y ocio

Vista de Baena, una de las localidades de la ruta.

Las posibilidades que ofrece la provincia de Córdoba en materia de turismo son infinitas. Cualquier tipo de visitante podrá encontrar en el territorio de la provincia aquello que venga buscando. Desde el medio ambiente a la cultura, del deporte a la gastronomía, o de la religión a la caza... La manera de combinar esa oferta es también diversa y el trabajo que desde las administraciones y el sector privado se viene haciendo para mostrarla y ganar visitantes es denodado, pese a los tiempos que corren.¡

Un ejemplo de estas ideas promocionales es la red Caminos de Pasión, una propuesta articulada en torno a los municipios cuya Semana Santa tiene singularidades que la hacen atractiva para el viajero. La Semana Santa es el argumento principal. Con ella, los municipios que integran el grupo sacan a relucir cada uno de sus abundantes atractivos. La red se define en sus líneas de presentación como «una ruta cultural que combina historia, patrimonio artístico, tradiciones, gastronomía, artesanía y naturaleza». 

Ruta de Caminos de pasión por Córdoba RAMÓN AZAÑÓN

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En total son 10 los municipios andaluces los que conforman el grupo. De ellos, cinco son cordobeses. Junto a Alcalá la Real (Jaén) y los sevillanos de Carmona, Écija, Osuna y Utrera, forman parte de Caminos de Pasión Baena, Cabra, Lucena, Puente Genil y Priego de Córdoba. Precisamente la alcaldesa de esta última ciudad, María Luisa Ceballos, es actualmente la presidenta de la entidad.

Ceballos señala sobre Caminos de Pasión que tiene la ventaja de aunar «turismo histórico, cultural, de tradición religiosa, hostelería y naturaleza. En definitiva, todo lo que hoy pide el visitante más exigente». Sobre los pueblos de Córdoba integrados, la presidenta del grupo señala que «somos cinco municipios que intentamos ofrecer un producto de excelencia, que además están a una distancia corta, como máximo de 30 kilómetros» por lo que los visitantes pueden ir recorriéndolos en muy poco tiempo. Recuerda Ceballos que en estos días de cuaresma la oferta se ve ampliada con aspectos como «la artesanía, la repostería y la cultura, con un certamen de poesía que todavía está abierto». 

En definitiva, indica la alcaldesa de Priego, «lo que ofrecemos son experiencias únicas». De ellas destaca la gran ruta de senderismo, lo que multiplica por mucho las posibilidades que ofrece el grupo. El próximo reto es unirse a la red cultural europea, vinculada a las tradiciones religiosas.

Como señala Ceballos, una de las maneras más provechosas de conocer estos destinos es el senderismo (entendido como tal tanto el tránsito a pie como en bici o a caballo), pues, precisamente una de las propuestas destacadas de este reclamo turístico se ha venido a llamar «el Gran Sendero».

Este itinerario está compuesto por 11 etapas, con inicio en Alcalá la Real y final en Utrera. Cuatro de las etapas propuestas tienen recorrido eminentemente cordobés. Otras dos tienen a nuestra provincia como destino o salida (la primera, de Alcalá a Priego, y la última, de Puente Genil a Estepa). 

A lo largo del itinerario el caminante tendrá oportunidad de conocer el Geoparque de la Subbética, la vía verde del Aceite, los santuarios de Araceli y la Virgen de la Sierra y el pantano de Vadomojón, además de acercarse a otros pueblos como Doña Mencía, Luque, Zuheros, Carcabuey o Almedinilla, y no pocas aldeas y núcleos diseminados donde paisajes, costumbres y gastronomía enriquecerán, sin duda, las vivencias experimentadas. 

El Nazareno, el barrio de la Villa y el Barroco

El gran sendero de Caminos de Pasión entra en Córdoba por Almedinilla procedente de Alcalá la Real y concluye en la ciudad del barroco. En la cuna de Niceto Alcalá-Zamora y del pintor Lozano Sidro, además de descubrir los museos con la obra y los recuerdos de ambos prieguenses ilustres, el visitante podrá ser testigo de la muestra más llamativa del barroco andaluz. El rosario de templos que jalonan las distintas calles constituye un auténtico compendio de arquitectura de los siglos XVI y XVII, de la que también dan ejemplo las fuentes del Rey y de la Salud y la calle Río. 

El Covid-19 echa al traste la temporada alta para el sector turístico en Priego. Barrio de la Villa. Coronavirus RAFAEL COBO

Cerca de allí, el castillo acerca al visitante al barrio de la Villa, declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1972. Como el motivo de la llegada hasta Priego está en la Semana de Pasión, se puede destacar, por su singularidad, además del valor de las tallas, la belleza de sus templos y la solemnidad de todas sus procesiones, la del Nazareno, cuyo momento culmen es la bendición en el Calvario a la multitud de fieles que le acompañan en la madrugada del Viernes Santo. 

Y para reponer fuerzas, las recomendaciones apuntan a probar sus tradicionales potajes o cualquiera de los platos en los que el aceite de oliva virgen extra (el más premiado del mundo) es fundamental, para cerrar la sobremesa con la variada repostería prieguense, una de cuyas creaciones estrella es el turrolate

Torreparedones, el toque del tambor y el judío 

El siguiente fin de etapa es Baena, localidad donde vieron la luz, entre otros el poeta Luis Carrillo de Sotomayor o el historiador y arqueólogo Amador de los Ríos, ciudad donde el aceite de oliva forma parte de la realidad vital de sus ciudadanos y donde la tierra, además de los olivos, ha devuelto lo que en tiempos fue una esplendorosa ciudad romana. Torreparedones es hoy en día el principal atractivo histórico y monumental de una localidad que, como tantísimas en Andalucía, atesora los restos de lo que fue una fortaleza y donde las calles de la Almedina árabe dejan constancia de un pasado multicultural. 

El foro de Torreparedones en Baena. CÓRDOBA

De la Semana Santa de Baena son pocos los aspectos menores, pues cada uno de ellos es un reclamo en sí mismo. Pero sobre todos ellos, hay dos que llaman la curiosidad del visitante. Uno, compartido con otros puntos de la geografía española, es el tambor y su toque, reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial, y sus cuadrillas de judíos (coliblancos y colinegros), que aportan un toque de color a las comitivas procesionales. 

En el aspecto gastronómico, el viajero no debe dejar Baena sin haber probado sus panetillos de cortijo o su mojete de papas, dos de los emblemas de la cocina baenense que son el perfecto complemento a la densa propuesta de actividades que supone la Semana de Pasión del municipio. 

Naturaleza, abejorros e imaginería sin par

La tierra de Juan Valera es la siguiente parada. La imaginaria Villalegre por la que anduviera Juanita la Larga y proyectara la voz de Cayetano Muriel ofrece al turista ávido de escenas de pasión cristiana recorridos que le acercarán a la muralla de lo que en tiempos fue una fortaleza árabe, residencia que fue de los Duques de Cabra y refugio de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles, para ofrecer también paisajes naturales pertenecientes a las Sierras Subbéticas, donde tiene su santuario la patrona de la ciudad, la Virgen de la Sierra. 

Semana Santa en Cabra. JOSÉ MORENO

Sin dejar la religiosidad, o volviendo a ella, que es el objeto del recorrido, la Semana Grande egabrense tiene en su haber una de las más bellas imaginerías de Andalucía. Los más importantes creadores de arte sacro, sobre todo de los siglos XVII y XVIII, han dejado su impronta en Cabra y las hermandades locales la lucen con orgullo y la cuidan con celo. En los desfiles, el sonido que producen los abejorros, un particularísimo instrumento musical, aporta otro de los rasgos diferenciadores de este destino.

La pausa para la alimentación ha de tener, entre sus propuestas, los tradicionales empedrados y los no menos singulares gajorros

Santería en la Perla de Sefarad

La Perla de Sefarad, nombre con el que todavía gusta nombrar a Lucena a no pocos de sus vecinos, es el punto final del cuarto trayecto de esta propuesta turístico religiosa. La ciudad donde vio la luz Rafael Álvarez El Brujo, el juglar que ha recorrido mil y un destinos, es punto de atracción de quienes tienen en la cultura hebrea su objetivo turístico. No en vano, tiene Lucena una de las necrópolis judías más importantes del país. 

Los santeros de Lucena.

Los santeros de Lucena. JUAN A. FERNÁNDEZ

Pero también es tierra de poetas la ciudad que protege y ampara la Virgen de Araceli. Lara Cantizani tuvo en las calles de Lucena su fuente de inspiración, calles que nos acercan al barroco de la parroquia de San Mateo y al palacio de los Condes de Santa Ana o el santuario de la Virgen de Araceli, en el lugar más cercano al cielo de la localidad. Pero al hablar de fe, en el recorrido de los Caminos de Pasión no se puede dejar de apreciar el trabajo de la santería Lucentina, manifestación de la esencia del sentir cofrade de Lucena. Sobre los hombros de los santeros recorren las calles de la ciudad imágenes de extraordinaria belleza y enorme valor histórico. 

En la gastronomía, los vecinos proponen los tradicionales bolos y el recuerdo a sus orígenes judíos que de nuevo ofrece su amplia repostería sefardí. 

La Mananta, Fuente Álamo y el membrillo

La tierra donde Juan Rejano repartía las cartas y escribió sus primeros versos es otra de las grandes paradas propuestas por el gran sendero de Caminos de Pasión. El Genil y su coqueteo con la urbe ya es en sí mismo un atractivo para visitar la ciudad donde también vio la luz el poseedor de la quinta Llave de Oro del Flamenco, Fosforito

Figuras bíblicas de Puente Genil.

Figuras bíblicas de Puente Genil. MANUEL MURILLO

En el casco urbano llaman la atención el histórico conjunto industrial de La Alianza, que rememora tiempos de esplendor fabril de la ciudad de la que parten hoy en día la mayor parte de las iluminaciones festivas del mundo. Como legado de su pasado más remoto, la Villa Romana de Fuente Álamo ofrece a los amantes de la arqueología y la historia una completa e interesante propuesta donde descubrir parte del origen de nuestra cultura. 

Y a la hora de hablar de elementos señeros, la Semana Santa, la Mananta, ofrece estampas de inigualable originalidad. Los cuarteles y las figuras bíblicas que encabezan los desfiles procesionales hacen de Puente Genil un lugar de obligada visita. El toque gastronómico lo puede poner, entre otras muchas propuestas, la sopa de San Marcos y el mundialmente conocido dulce de membrillo, al que también Cervantes cayó rendido. 

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