El Papa Francisco ha declarado “venerable” a la hermana Juanita, tras el proceso abierto en la Diócesis de Córdoba en el 2014 para aprobar las virtudes heroicas de la hermana Juanita, religiosa de Villanueva de Córdoba, dando así el paso previo a que sea reconocida como “beata” en su camino hacia la canonización. El Obispado ha señalado en una nota de prensa que "la congregación de las Hermanas Obreras del Corazón de Jesús está de enhorabuena tras conocer la declaración que demuestra que la religiosa tuvo una vida conforme al Evangelio, cargada de sufrimiento físico por su enfermedad, pero que supo ocultar siempre bajo la paz y la sensibilidad que transmitía"

Continúa la nota señalando que "a pesar de su enfermedad, la hermana Juanita se relacionaba con mucha gente, era catequista y transmitía una ilusión enorme. Su ofrecimiento a Cristo por la salvación del mundo, de los sacerdotes y de las misiones fue humanamente inexplicable, como pusieron de manifiesto las Hermanas Obreras del Corazón de Jesús al iniciar su causa". 

Tras un largo proceso, en la Diócesis de Córdoba se cerró la fase diocesana de manera solemne el 13 de septiembre del año 2015, con una eucaristía presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, donde se sellaron los 2.080 folios que "atestiguaban la causa y que fueron enviados a Roma para iniciar el proceso de declararla “venarable” y demostrar que la hermana Juanita vivió las virtudes cristianas de forma heroica".  

El acto del 13 de septiembre también sirvió para que "se demostrara una vez más el cariño de un pueblo por una hermana de la que quedan constancia muchos favores por su intercesión y cuyos ciudadanos visitan con asiduidad su tumba". Las Diócesis de Córdoba tiene previsto celebrar una misa de acción de gracias tras el conocimiento de la noticia. 

¿Qué es un venerable?

Un cristiano es declarado venerable cuando se demuestra, durante su proceso de beatificación, que ha tenido una vida conforme al evangelio y el Papa por tanto declara sus "virtudes heroicas". Este es el paso previo a que este sea reconocido como beato, que constituye el tercer paso en el camino de la canonización. Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión. Dicho milagro debe ser probado a través de una instrucción canónica especial, que incluye el parecer de un comité de médicos y de teólogos.