El santuario de la Virgen de la Sierra, patrona de Cabra, ha vivido este domingo una nueva edición, la 110, de la romería de la Candelaria, tras no hacerlo el pasado año como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Organizada por su Real Archicofradía, sirvió para congregar a un buen número de fieles que, aunque en esta ocasión siguiendo los protocolos sanitarios marcados por el covid, acudieron al santuario para participar en la romería más antigua de las que se celebran en el picacho y para la que la imagen de la patrona lució un manto rojo carmesí bordado en oro por las Agustinas de Cabra en 1853. La imagen portaba en sus manos una vela decorada con romero y flores de cera mientras que en un altar especial iba la imagen del Divino Niño con un antiquísimo traje de acristianar cubierto por capa de seda y motivos florales.

Numerosos fieles han acudido a la romería y la procesión. JOSE MORENO

La romería comenzaba a eso de las 12.00 horas con la procesión de la imagen del Divino Niño por los alrededores del santuario tras la bendición de las candelas. Los asistentes tuvieron la ocasión de participar en el acto reverancial de la imagen del Divino Niño y, de igual forma, de la ofrenda del aguinaldo y la rifa de todas las ofrendas de pichones, tortas, panes y roscas, entre otros. La misa fue oficiada por el rector del santuario y consiliario de la Real Archicofradía, Emiliano Nguema, estando la parte musical a cargo del coro Emaús.