La Vía Verde de la Subbética permite conocer esta comarca del sur de Córdoba durante un trazado que pasa por nueve municipios: Luque, Baena, Zuheros, Doña Mencía, Cabra, Lucena, Moriles, Aguilar de la Frontera y Puente Genil. Un recorrido que discurre a lo largo de más de 65 kilómetros para que senderistas y cicloturistas disfruten de los paisajes de montaña de las Sierras Subbéticas y de la campiña cordobesa. Aunque la vegetación característica en esta zona es el paisaje de olivar y también algunos tramos de viñas, es en este comienzo del mes de febrero cuando se impone la belleza de los almendros en flor.

Cientos de viejos almendros que jalonaban la antigua vía del tren del aceite, sobre la que discurre la actual vía verde, aún perviven incrementando la belleza en estos días con su profusa floración. Un elemento paisajístico que no pasa desapercibido entre los que disfrutan de este camino natural. Se trata de almendros que cuentan con un siglo de vida, ejemplares tortuosos de corteza ennegrecida que en estos días de febrero protagonizan una auténtica explosión floral.

Reconocen muchos de los caminantes que pasan por la zona que se trata de árboles que pasan desapercibidos durante el resto del año --muchos de ellos han perdido ramas en los últimos años--, pero que cuando llega su época anuncian la primavera de forma temprana y espectacular.

El presidente de la mancomunidad de la Subbética, Lope Ruiz, coincide al destacar la belleza que estos días presenta esta vía verde, «lo que la convierte en un reclamo a lo largo de todo su trazado, porque estos almendros salpican los más de 65 kilómetros de su recorrido».

Son árboles centenarios, de corteza ennegrecida, que protagonizan una explosión floral

Los aficionados al ciclismo también disfrutan de este momento. Reconocen que no tienen que ir a otras comarcas famosas como el Jerte para ver la floración de los cerezos. En la Subbética puedes pedalear durante kilómetros disfrutando de los almendros completamente blancos. Lope Ruiz recuerda que tanto la Vía Verde la Subbética, como la denominada Vía Verde del Aceite, a la que pertenece la primera, suman 120 kilómetros que discurren por las provincias de Córdoba y Jaén, entre Puente Genil y la propia Jaén capital. «Estamos trabajando con los ayuntamientos y con ambas diputaciones para gestionar fondos europeos Next Generation, para desarrollar todas las potencialidades de la vía verde, que es un foco de atracción turística de primer orden», afirma.

Cati Molina, técnica de Turismo de la mancomunidad, explica que con las restricciones de la pandemia ha habido un incremento del uso de espacios naturales como es el caso de la vía verde. «A lo largo del año pasado, la Vía Verde de la Subbética registró 209.145 usuarios, lo que da una media de 573 usuarios al día». 

Estos datos se refieren al eco-contador situado en la estación de Cabra en sentido a Doña Mencía. Una afluencia de visitantes que se mantiene durante todo el año y solo baja durante los meses de más calor, reconoce Cati Molina. 

El año pasado la Vía Verde de la Subbética registró más de 209.000 usuarios

Propuestas como el centro cicloturista y área de autocaravanas de Doña Mencía llevan todo el otoño e invierno registrando muy buenos datos y, ahora, con la floración de los almendros y con la proximidad de la primavera, los usuarios van incrementándose, explica la técnica de Turismo.

Aunque los 65 kilómetros de trayecto están salpicados por estos grandes almendros, la mayor concentración se produce entre las antiguas estaciones de tren de Lucena y Cabra, donde estos días amplias curvas, viaductos y casetas de paso a nivel o de obreros aumentan su atractivo con la floración de los almendros.

No todos los años la floración es tan profusa, pero este, y a pesar de la sequía, convierte en todo un espectáculo un simple paseo a pie o en bici por la Vía Verde de la Subbética.